Si bien es verdad que existen varios costos que elevan una operativa, como lo son las comisiones operativas, además de las tasas de impuestos que varían mucho de cada país, existen diversos amigos y enemigos de la gestión de carteras de inversión activas. Cuando me refiero a una gestión activa, hago énfasis en que puede existir mas de 4 cambios del portafolio durante un año.
“No importa la cantidad de veces que se giren las ruedas, lo importante es avanzar en el camino, con un paso firme, seguro y constante hacia la meta” este es el lema de uno de los analistas de QQ Capital Fund.
La gestión pasiva en realidad no es solo la inversión en productos indexados o solo ETFs, la gestión pasiva también incluye carteras que poseen productos a muy largo plazo, siendo estas carteras, las que podemos encontrar con movimientos casi cero durante mucho tiempo. No desconozco que este tipo de inversión traen buenas rentabilidades, pero la idea de este articulo, es dejar en pie que existen otras formas de inversión, que son mas costosas en comisiones, pero con mayor rentabilidad.
Dentro de la gestión activa de carteras, nos encontramos con un análisis de base fundamental, pero con una guía más técnica, haciendo que podamos comprar, dejar en HOLD hasta una buena subida, cerrar parte de la inversión, y re comprar nuevamente en los retrocesos que cada activo nos da, esto hace que, la gestión de las carteras rote de una forma más rápida, genere mayor rentabilidad, y en realidad se le gane al mercado.
Ninguna de las dos es mejor o peor que la otra, cada forma está diseñada para diferentes tipos de inversor y gestor de carteras, depende mucho del riesgo que acepte cada cliente, tiempo de permanencia en los mercados, y dominio de cada estrategia.