Subidas de las bolsas europeas por segunda jornada consecutiva, sin que existan grandes novedades sobre el principal foco de atención de las plazas del Viejo Continente: Grecia.
El Gobierno griego aún no ha dado a conocer el listado concreto de las medidas y contraprestaciones que está dispuesto ofrecer para que el MEDE le de financiación para los próximos tres años.
Pero existen filtraciones no oficiales de que la oferta griega giraría sobre un paquete de ajuste por valor de 12.000 millones de euros hasta 2017, con cambios inmediatos en el sistema de pensiones para limitar las prejubilaciones, y subidas en el IVA, además de varias medidas liberalizadores de la economía griega. Se ha publicado también que Tsipras renunciaría a las quitas de deuda.
Desde las Instituciones acreedoras, el discurso es mixto, con crisoles de optimismo sobre la buena voluntad de llegar a un acuerdo, y por otro lado, afirmaciones de que ya se ha planificado el escenario en caso de que no se llegase a un acuerdo este domingo.
Wall Street cerró ayer con fuertes caídas. El S&P 500 se dejó un 1,66%, lastrado por dos cuestiones muy distintas. En primer lugar, el NYSE experimentó averías técnicas que llevaron a que no se pudieran negociar valores durante un largo periodo de tiempo.
Por otro lado, a Wall Street le está afectando más que a Europa el desplome de los índices bursátiles chinos, especialmente, a través de los sectores relacionados con las materias primas.
La lectura de las actas de la última reunión del FOMC de la Reserva Federal (Fed) no aportaron gran información. Se sigue observando una gran división entre los miembros que piensan que el pulso económico ya justificaría la subida de tipos (o estaría a punto de justificarla), y los miembros que consideran que sería un error precipitarse, y que aún no hay evidencias suficientes.
También se detecta cierta preocupación con el posible impacto de los problemas generados por Grecia en los mercados (que, por ejemplo, podrían acelerar la revalorización del dólar en un escenario de Grexit). En cualquier caso, las dudas siguen estando entre acometer una subida de tipos en septiembre y otra en diciembre, o una única en diciembre.
En Asia, hoy se ha producido un fuerte rebote en los mercados chinos, que han llevado a la Bolsa de Shangai a recuperar un 5,78%.
Recordamos que la enorme volatilidad que están mostrando los índices chinos no tiene mucho que ver con el estado de la economía real de China, si no con la regulación de sus mercados, tras la aparición de una posible burbuja fomentada por el apalancamiento, la incorporación de inversores no cualificados y las expectativas de más estímulos gubernamentales.
Las alarmas de burbuja aparecieron después de una subida superior al 100% desde finales del año pasado en los valores chinos, que motivaron medidas para frenarla, que han acabado por provocar un gran desplome. Pero los datos macroeconómicos chinos no han variado mucho de los que teníamos en marzo o abril, cuando los índices chinos subían a doble dígito.
El IPC en China del mes de junio ha quedado una décima por encima de lo previsto. El Nikkei, por su parte, ha subido un 0,6 %.
Volviendo a Europa, hemos conocido que la balanza comercial de Alemania en mayo ha registrado un superávit muy por encima del esperado, con las exportaciones subiendo un 1,7%, cuando se esperaba caída del 0,8%; y las importaciones subiendo un 0,4%, frente al 0,9% previsto.
Esperamos también la decisión del Banco de Inglaterra (BoE) sobre política monetaria y tipos, sin que vaya a haber ningún cambio. En EE.UU., conoceremos a las 14:30 horas los datos de paro semanal, además de la comparecencia de algún miembro de la Fed.
Pepsi Co (NYSE:PEP) presentará sus resultados trimestrales, después de que ayer Alcoa (NYSE:AA) diera el pistoletazo a la temporada de resultados, con unas cuentas que arrojaron un beneficio por debajo de lo previsto, pero que provocaron subidas del valor en el fuera de horas.
En divisas, pocos movimientos en el EUR/USD tras la publicación de las Actas de la Fed. En materias primas, el crudo repunta desde la tarde de ayer, al igual que los metales, especialmente la plata.
En definitiva, y a falta de noticias tangibles, las sensaciones respecto a Grecia tienen un sesgo positivo. Los inversores no se quieren precipitar descontando un acuerdo, pues eso ha llevado a asumir grandes pérdidas en las últimas semanas. Pero si éste se confirmase, las subidas durante la próxima semana podrían ser muy sustanciales.