El dólar se está debilitando frente a las principales monedas del G-10 y el EUR/USD ahora cotiza nuevamente por encima de 1,15 por primera vez desde mayo de 2016. En nuestra opinión, la tendencia alcista parece muy profunda y hay dos puntos principales a tratar.
En primer lugar, la Fed está de vuelta en espera con respecto a la normalización de la política monetaria. De todos modos, las tasas de interés más altas probablemente desencadenarían una recesión debido al nivel de endeudamiento del país norteamericano.
En segundo lugar, siempre hemos considerado que el verdadero estado de la economía de Estados Unidos se sobreestimó y este parece ser el caso. Los indicadores fundamentales son mixtos. Hoy se darán a conocer los precios de importación de junio y los mercados esperan un descenso del -0,2%. En mayo los precios de las importaciones ya disminuyeron un 0,3% intermensual. Excluyendo el petróleo, los precios de importación se han estancado.
Por este motivo no hay indicadores fundamentales para que el dólar se fortalezca en el mediano plazo. El IPC de Estados Unidos registró una caída de cuatro meses consecutivos. El objetivo de la Fed parece cada vez menos posible en un plazo razonable. Como resultado, creemos firmemente que la recarga de posiciones alcistas en el dólar es una buena apuesta en los próximos meses.