Salvo los consultorios de todos los viernes, en los que analizamos al IBEX detenidamente, hacía mucho que no actualizábamos con un post de nuestro selectivo. La foto apenas ha cambiado, con unas bolsas fuertes, con un fondo de mercado amable y el viento a favor, a pesar de las tensiones políticas que se han trasladado de Europa a Estados Unidos o los escándalos de corrupción que envuelven al presidente de Brasil. Esos factores, junto con unas bolsas en niveles máximos (S&P 500, DAX, EUROSTOXX) nos llevaron la semana pasada a corregir, con dos diferencias respecto a las vividas en los últimos meses, al menos en Europa: la intensidad de la caída, mayor que en casos anteriores, y la falta de una reacción al alza de mayor fortaleza y contundencia.
El pasado viernes ya hacíamos mención a este cambio en el movimiento de ida y vuelta, que desde luego no alteraba el fondo de mercado: fuerte y alcista. Sin embargo, como anécdota, sí que era para destacar, después de 6 meses de obscenidad, especialmente los meses de diciembre, marzo y abril. Esta corrección, nos permitió cerrar uno de los enésimos huecos abiertos, en este caso a principios de Mayo, en torno a los 10.850 y fue otro gap, el de los 10.500, el que actuó como soporte, coincidiendo también con la anterior resistencia de los 10.630 puntos (throwback tras su ruptura). El cierre del viernes y el comienzo de semana, han reforzado esta zona y estamos a un pasito de recuperar los 11.000 puntos (máximo previo en 10.991) lo que nos debería de llevar a por un nuevo techo, por encima de los 11.184. No obstante, este escenario se podría complicar. Hay que recordar que volvemos a tener por encima la directriz de largo plazo, Fibonacci (el 50% del impulso bajista del 2007 al 2012) y el máximo al que nos hemos referido, que sirvió para cerrar el hueco abierto en agosto del 2015, pero que actuó como resistencia desde el que se tomaron beneficios hasta la fecha. Por cierto, unido a esto y a modo de comentario: el volumen no está acompañando y está decreciendo.