"En mi cartera y en la de la mayoría de mis amigos, apenas hay valores españoles. Solo un banco y he dado orden de que lo liquiden. No me gusta ese gran banco. Es una cuestión personal. Llevo varios días pensando en el asunto y sé que lo vendo en mínimos. No me gusta. Es muy difícil que la Bolsa española se alinee con el resto de los mercados europeos y menos con Wall Street. A los grandes gestores españoles no les gusta nuestro mercado, no encuentran valores atractivos ¿cómo queremos que los extranjeros lo hagan? Hablo con expertos y me dicen que esto es así, porque la Bolsa española, a diferencia del resto de los grandes mercados globales de acciones, está en manos de los bancos: son las que más pesan, en conjunto, en la confección del Ibex. Luego están Telefónica (MC:TEF), Repsol (MC:REP), Naturgy (MC:NTGY), Iberdrola y pocos valores más, con demostrada liquidez", me dice el CEO de una gran gestora, que añade:
"Nuestros clientes extranjeros quieren más, mucho más. Ya no se conforman con los brotes verdes ni con otros indicadores de situación económica más o menos firmes. Quieren que se ahonde en la regeneración del tejido empresarial y que, con ello, se dinamicen los mercados de capitales. El Ibex es un índice que sigue donde estuvo, un índice de sota, caballo y rey, encumbrado, a veces, con estrenos y reestrenos de valores emanados de la especulación más atroz y de la codicia, como en su día fue Terra, luego las tecnologías y otros cuentos chinos y más tarde, las inmobiliarias".
"Muchas de las que fueron concursantes del Ibex aparecen hoy con precios postrados, fuertemente castigados, con más intensidad, si cabe, con que fueron encumbrados. Desde el estallido de la Gran Crisis se ha dicho que estamos ante una oportunidad histórica de emprender el inexcusable proceso de regeneración que exige la situación política y económica. España ha sido hasta hace poco un gran solar".
"Ahora los fondos de oportunidades compran ladrillo, pero aún hay mucho hormigón que digerir. Nuestros políticos dicen que hay que reindustrializar, pero todo sigue igual. Los grandes bancos de inversión dicen en sus informes públicos que España es un país de oportunidades, pero en privado piden más. Y lo que es más importante, recelan del factor político: muchos procesos electorales, que dejan siempre atrás las reformas".
"En las grandes Bolsas del mundo el peso de la tecnología es muy alto y apenas está representada (en torno al 2%) en el Ibex. También hay sectores como el automóvil, el gran consumo, biotecnología o las materias primas, que no están representados en el mercado español. El Ibex es un índice de provincias y especialmente sujeto a los ciclos explosivos. Recuerden lo que pasó en su día con Terra, luego con las constructoras e inmobiliarias y ahora, con los bancos".
"¿En qué fase del "ciclo de vida corporativo" estarían las diferentes empresas españolas? El problema del Ibex es que la mayoría de sus componentes están en las dos últimas fases: madura-estable y declive. Necesitamos nuevas empresas de crecimiento en los próximos años. No hay ninguna Start-Ups ni de crecimiento joven ni alto" (vía Nicolas Lopez Medina@nicolas_lopezm).