Adaptado del Manual de Vida de Epicteto (55 d.C. - 135 d.C.).
Los trader profesionales cultivan el hábito de estudiar y examinar toda operación antes de ejecutarla, observan con detenimiento el lado izquierdo de la gráfica (Pasado), en marcos de tiempo más grande, para tener una visión más amplia, para evitar actuar a la ligera obedeciendo a impulsos.
En su plan existe descrito con precisión, que debe ocurrir primero, dónde conducirá eso y sólo después actúa conforme a lo que hayas aprendido. Cuando realizamos el trading sin prudencia, podemos iniciar una operación con gran entusiasmo, pero al aparecer las consecuencias imprevistas o indeseadas, cerramos la operación vergonzosamente y llenos de mucho pesar, «Habría hecho esto; podría haber hecho lo otro; debería haberlo hecho de otro modo».
Si verdaderamente deseas ser un buen trader, está muy bien, pero debes considerar dónde te estás metiendo, ¿Qué conlleva ser un buen trader? ¿Qué es lo primero que debes hacer?
¿Y luego? ¿Qué te exige este trabajo? ¿Y qué se deriva de ello? Esta línea de acción, ¿Te será realmente beneficiosa? Si lo es, adelante.
Si deseas ser consistente en el mundo del trading, tendrás que seguir un plan estricto que te llevará al límite de tu resistencia emocional.
Tendrás que someterte a reglas exigentes, colocar siempre stop loss, olvidarte de las operaciones intradías, estudiar concienzudamente y con regularidad haga frío o calor.
Tendrás que obedecer las reglas de tu plan como si fueran las de un médico, pero luego una vez que estés hay bastantes probabilidades que te tiren a la cuneta, pueden pasar cientos de cosas que te hagan fracasar.
Después de contemplar todas estas posibilidades, prestando atención a todas las cosas que pueden suceder y a sus consecuencias, si tu resolución se mantiene firme, debes ejercitar tu juicio. Si en conjunto sigues pensando que te conviene, participa en el trading, y hazlo de todo corazón.
Al ver las cosas con perspectiva estableces la diferencia entre tú mismo y el entusiasta, que es el trader que le gusta operar sólo cuando gana, se siente cómodo o le resulte interesante, esto no es una postura noble. Piensa detenidamente en las cosas y comprométete de pleno. De otro modo serás como un niño que a veces se figura que es un luchador, otras un soldado, otras un músico y otras el actor de una tragedia.
A no ser que nos entreguemos por completo a nuestros esfuerzos, seremos personas vacías y superficiales y nunca desarrollaremos nuestros talentos naturales.
Todos hemos conocido a trader que, cual monos, imitan cualquier cosa que parezca novedosa y llamativa en un momento dado. Pero poco después su entusiasmo y su esfuerzo decaen; abandonan sus proyectos en cuanto les resultan demasiado familiares o exigentes.
Un espíritu poco entusiasta no tiene ningún poder. Los esfuerzos vacilantes conducen a resultados vacilantes. La gente suele lanzarse a una empresa de cabeza y sin reflexionar. Tal vez se encuentren con una figura ejemplar como algún gurú y reciban inspiración para superarse a sí mismos. Está muy bien actuar así, pero antes debes examinar la verdadera naturaleza de tus aspiraciones y medirlas con tus capacidades.
Sé sincero contigo mismo. Valora claramente tus fuerzas y debilidades. ¿Tienes lo necesario para competir en el mercado? Para ser un luchador, por ejemplo, se requiere una extraordinaria fuerza en los hombros, la espalda y los muslos. ¿Tienes la habilidad y la agilidad físicas para estar entre los mejores de esta disciplina? Una cosa es desear ser un campeón y hacer algo con destreza; otra es serlo realmente y hacerlo con una habilidad consumada. Cada cual está hecho para una cosa distinta.
Así como se precisan determinadas capacidades para tener éxito en el trading, también se requieren ciertos sacrificios. Si anhelas llegar a ser diestro en el arte del trading con prudencia, ¿crees que puedes sobre operar o sobre apalancarte y salir victorioso? ¿Crees que puedes seguir sucumbiendo a la ira y a tus hábitos de frustración e infelicidad? No.
Si la auténtica sabiduría es tu objetivo y eres sincero, tendrás que trabajar contigo mismo. Tendrás que superar muchos antojos nocivos y muchos actos reflejos. Tendrás que reconsiderar con quién tratas. ¿Merecen la pena tus amigos y compañeros? ¿Contribuye su influencia (sus hábitos, valores y comportamiento) a elevarte o más bien refuerza tu dejadez ante los hábitos de los que quieres desprenderte? La vida de la sabiduría, como cualquier otra cosa, tiene un precio. Siguiéndola puedes ser objeto de burla e incluso acabar por llevarte la peor parte en todos los aspectos de la vida pública, con inclusión de la profesión, la posición social y la posición legal ante los tribunales.
Una vez que has examinado como es debido todos los detalles que conlleva el esfuerzo por disfrutar de una vida superior, aventúrate con el mayor encono posible. Realiza los sacrificios necesarios que constituyen el precio del más valioso de los objetivos: la libertad, la ecuanimidad y la tranquilidad. No obstante, si al valorar tu temple te das cuenta de que no estás capacitado o dispuesto, libérate del engaño y toma un camino distinto, más realista.
Si intentas ser algo que no eres o te esfuerzas en conseguir algo que está más allá de tus posibilidades, terminarás como un patético entusiasta no puedes emprender el vuelo en infinitas direcciones, por más atractivas que sean, y al mismo tiempo vivir de forma íntegra y fructífera.
Sólo puedes ser una persona, ya sea un buen trader o uno malo.