Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El Banco Central Europeo podría ser el siguiente organismo de política monetaria en comenzar a eliminar el carácter acomodaticio. Según las actas de su reunión de diciembre, el banco central está “bastante tranquilo” con la dinámica de los salarios pero los bajos niveles de inflación siguen siendo una preocupación. Y lo que es más importante, se plantearía un cambio en dirección gradual desde "principios de 2018" si continúa la reactivación, lo que indica que ahora son más prudentes desde su decisión de reducir la compra de bonos en octubre. Estos breves comentarios hicieron subir el par EUR/USD 100 pips en cuestión de horas y cambió las previsiones a corto plazo para el euro. La moneda única está lista para situarse en 1,21 frente al dólar y podría ampliar estas ganancias si los informes económicos de Estados Unidos del viernes no cumplen expectativas. Sin embargo, de cara al futuro, la mayor incógnita y el mayor riesgo para el euro es cuánto reflejan esas opiniones la postura actual del BCE. No hay duda de que la región ha seguido recuperándose durante el mes pasado pero la última vez que se reunió el banco central, el EUR/USD estaba en 1,18 y tenía las vistas puestas en el 1,21. Este repunte de cuatro centavos de la moneda podría socavar la confianza del BCE especialmente ya que coincide con un aumento del rendimiento de los bonos de Alemania. Desde la reunión de política monetaria del 14 de diciembre hasta ahora, el rendimiento de los bonos alemanes a 10 años ha aumentado del 0,3% al 0,57%. El fortalecimiento de la moneda y el aumento del rendimiento se parecen en muchos aspectos a una subida de los tipos de interés. Como las dinámicas del mercado de hoy son muy diferentes a las de hace cuatro semanas, el afán de Mario Draghi de cambiar su dirección podría disminuir. Teniendo esto en cuenta, la tendencia a corto plazo para el EUR/USD es al alza y no a la baja ya que todo esto es especulación hasta que realmente escuchemos a Draghi.
Ha sido otra jornada devastadora para el dólar, que perdió valor con respecto a las demás monedas principales. Los precios de la producción, peores de lo previsto, y un repunte de las solicitudes de subsidio por desempleo ha provocado que el rendimiento de los bonos de Estados Unidos se torne negativo y ha añadido más presión sobre el billete verde. Una serie de responsables de la política monetaria de Estados Unidos ha comparecido hoy y a la excepción de Evans, la mayoría de los comentarios de Bullard y Kaplan han sido optimistas. Sin embargo, al no ser miembros con derecho a voto del FOMC este año, sus declaraciones tuvieron un impacto limitado en los mercados. Mañana será un gran día para el dólar, pues se publican los datos sobre ventas minoristas y precios al consumidor. Aunque el descenso del PPI y la disminución de los precios del gas indican que los precios al consumo podrían no cumplir expectativas, las ventas minoristas podrían compensarlo, ya que Johnson Redbook ha anunciado un aumento del gasto en diciembre. Los salarios también aumentaron a finales de año, dando a los consumidores el poder adquisitivo necesario para aumentar el consumo. Aunque el nivel de 111,00 corre el riesgo de ser superado antes de los informes del viernes, el alcance del descenso del USD/JPY dependerá del resultado —las ventas minoristas deberían ser más determinantes que el IPC.
La libra ha interrumpido una racha de tres jornadas al alza frente al dólar, pero su avance no se ha podido comparar con el del euro y, en consecuencia, el EUR/GBP registró máximos de tres semanas. El Reino Unido no publicará más informes económicos esta semana, así que creemos que podría haber más ganancias pues los inversores esperan más optimismo por parte del BCE.
Las tres divisas vinculadas a las materias primas han subido frente al el dólar, con los dólares australiano y neozelandés a la cabeza del avance. El AUD se disparó tras el informe de ventas minoristas de la noche anterior, mejor de lo esperado. Los economistas creían que habría una ralentización del crecimiento del gasto del 0,5% al 0.4% pero en cambio, subió un 1,2%, cuatro veces más de lo esperado y la mayor subida en cuatro años y medio. Es evidente que la disminución del crecimiento de los salarios no ha contenido a los consumidores australianos pero ha sido la demanda de productos eléctricos y electrónicos lo que ha propiciado gran parte del impulso, así que es probable que disminuya la demanda el mes que viene. No obstante, este positivo informe junto con el debilitamiento del dólar ha bastado para llevar al AUD/USD a escasos pips de máximos de tres meses y ahora creemos que el par podría alcanzar el nivel de 0,7950. El dólar neozelandés subió hasta alcanzar su cota más alta desde septiembre debido a la cobertura corta, el interés por el riesgo y el debilitamiento del dólar estadounidense. La divisa de Canadá perdió posiciones pero al subir los precios del petróleo un 1%, su homóloga estadunidense descendió aumentando el rendimiento de los bonos canadienses, de modo que debería ser sólo cuestión de tiempo que el USD/CAD se situé por debajo de 1,25.