En la vida y en el mundo hay cosas raras. Cosas que nos sorprenden por su peculiaridad. Por ejemplo, en Argentina existe una población que se llama 28 de noviembre, en la provincia de Santa Cruz. Así mismo existe otra localidad, también en Argentina, que se llama 25 de mayo, en la provincia de Misiones.
Estos últimos años también me he encontrado con rarezas y peculiaridades en los mercados bursátiles que son dignas de ser transmitidas al resto de los lectores e inversores para que entiendan y asuman que para realizar esta actividad se debe estar “muy abierto de mente” ya que muchas de ellas son contraintuitivas o ilógicas rompiendo así muchos dogmas, creencias y axiomas financieros y económicos.
Primero, hemos visto el precio del futuro del crudo en negativo en marzo-abril del 2020.
Segundo, hemos tenido tipos de interés negativo durante varios años. A esto hay que sumarle una derivada y es que también hemos visto y vivido un desacople entre la inflación y los tipos de interés.
Tercero, hemos visto cómo con una diferencia de 24 horas, Goldman Sachs (NYSE:GS) recomendaba comprar una determinada compañía y J.P Mogan recomendaba venderla.
Cuarto, hemos visto con una sincronización perfecta que a las 14:30, cuando salía el dato del paro mensual de EE.UU más horrible de la historia, la FED inundaba de trillones de dólares la bolsa de Nueva York.
Quinto, hemos visto cómo el SP500 subía más de un 3% en pocas horas en saberse uno de los peores datos del PIB de su historia.
Sexto, hemos visto cómo las subidas de la bolsa se producen mucho más rápidas que las bajadas. Y tenemos un ejemplo reciente en el Ibex-35, que ha tardado 91 días en bajar un 10% (de 9758 a 8859) y en cambio ha tardado solamente 23 días en recuperar toda esa bajada previa.
Séptimo, hemos visto, con precisión suiza, y en repetidas ocasiones, como el SP500 era capaz de subir y bajar un 1.5% durante la sesión asiática y europea y a las 15:30 colocarse al mismo nivel, (clavando incluso los puntos ) que el cierre del día anterior a las 22:00.
Octavo, hemos visto como el SP500 bajaba un 2.5% durante las horas posteriores a la publicación de un mal dato económico y después recuperarse un 3% con la justificación de que “el mercado ha reinterpretado el dato”.
Pero nosotros tampoco estamos exentos de cometer rarezas o errores. Recuerdo un analista que se ayudaba de un gráfico del PIB de USA, marcando un canal descendente sobre este dato macroeconómico y realizando proyecciones y dibujando posibles escenarios futuros.
Y otro analista observando la gráfica de S&P Merval entre 2013 y 2019 y viendo la trayectoria ascendente de susodicho índice, que llegó a revalorizarse un 1042% aproximadamente en ese intervalo de tiempo y exclamar que quien hubiera invertido en el S&P Merval Argentino se hubiera “forrao” obviando por otra parte la devaluación del peso argentino en ese mismo intervalo de tiempo.
Con todo lo anterior me viene a la cabeza un lema de un compañero de fatigas, el mejor que he conocido hasta la fecha de hoy, que decía que la bolsa no hay que entenderla, hay que operarla.
Y ustedes, ¿qué cosas más raras han visto en los mercados bursátiles hasta ahora? Te leo en los comentarios.