Es curioso pensar que en el trading hay un sinfín de dualidades.
El mercado sube o baja. La representación del precio en los gráficos de cualquiera de nuestras pantallas de trading y si usamos velas japonesas, por ejemplo, se grafican normalmente en blanco o negro, en verde o rojo, arriba o abajo... Las cuentas crecen o decrecen, ganamos pasta o la perdemos.
Eso también nos pasa cuando operamos. Sé que algunos estarán en desacuerdo y otros estarán de acuerdo, pero en infinidad de ocasiones, por no decir siempre, cuando operamos lo hacemos nosotros o lo hace nuestro EGO.
Sí has leído bien: el EGO. Esa vocecita tan cercana y cariñosa que está siempre de guardia, en alerta, no duerme, no descansa y está ahí dale que dale. Pero eso es una suerte. Nuestra mente está diseñada para la supervivencia y gracias a nuestro EGO estamos siempre del lado positivo, el que nos mantiene “vivos”.
El ponernos uno delante del otro nos hace estar tensos, precavidos, alertados, perezosos, avariciosos, envidiosos, miedosos, lujuriosos… Pero siempre desde nuestra propia personalidad. Desde las discusiones, diálogos, conversas conscientes o inconscientes con nuestro EGO. Cada uno conversa con el suyo, no hay demostraciones científicas que demuestren lo contrario.
Los enneatraders, una vez que conocen su EGO desde su personalidad concreta, aprenden a detectarlo, empiezan a conocerlo y es cuando se preguntan:
“Vale, pero ahora que lo conozco, ¿cómo podemos dominar a nuestro EGO y dejar que se manifieste nuestra esencia en el trading?”
El EGO se manifiesta o desarrolla en forma preventiva. De esa forma y puesto que es la que conocemos. Eso nos hace sentir más seguros porque conocemos tal situación.
La vocecita del EGO nos confunde, nos impide sentir desde la sencillez de las emociones y, por consiguiente, secuestra nuestra voluntad. De hecho, como advertía previamente, nuestro ego lo que hace es crearnos una realidad que no existe. Nos ha creado un caparazón para protegernos. Si eso ya nos pasa en nuestra vida diaria, pues imagina, más aún en el trading.
Volvemos de nuevo a la dualidad: yo pienso, pero mi ego me convence; yo actúo, pero mi ego me previene; yo opero, pero mi ego me sabotea y me hace dubitativo. Nuestra esencia es mucho más simple, es la que nos conecta con un trading más sencillo, menos complejo, sin culpas, menos perfeccionista, más seguro, menos avaricioso… Y es ahí donde se manifiestan claramente los egos. Cada uno el suyo, recordamos que existen nueve tipos diferentes de enneatraders.
Constantemente, esa dualidad nos mantiene firmes, rectos y en continua tensión. Eso es agotador, cansado y muy peculiar. Para operar en los mercados financieros de forma exitosa y consistente debemos aprender a dialogar con nuestro EGO pero de tú a tú, sin diferencias. No podemos exponernos constantemente a su poderío.
Muchos psicotraders definen o hablan del EGO como el saboteador, el intruso, el gremlin, nuestro enemigo, el lado oscuro… Pero desde mi opinión como experto en personalidades del trading, propongo que veamos a nuestro EGO como el mejor aliado.
Lo es por diferentes motivos. El principal de ellos es la dualidad. En ocasiones ya hemos hablado de él, como en el artículo de espejos del trader, pero existen otros motivos para agradecer la aparición del ego. Nos recuerda que existe, nos avisa, aparece frecuentemente, nos habla, te machaca, te advierte, te felicita, sabotea los resultados y un montón de cosas más.
En nuestra opinión, el ego es nuestro mejor amigo cuando sabemos detectarlo, conocerlo y convivir armónicamente.
Recuerda las dualidades: rojo-verde, blanco-negro, sube-baja, ganas-pierdes… y el más importante de todas ellas es el del YO-EGO.
Cuando conoces esas combinaciones duales todo es más sencillo.