El billete verde continuó extendiendo sus ganancias el miércoles en medio de un cambio al alza en la curva de los bonos del Tesoro de EE.UU. Desde el comienzo de la semana, el dólar se apreció frente a las principales divisas; las monedas de los mercados emergentes recibieron el mayor golpe. El peso mexicano se desplomó más de un 1,90% y el USD/MXN subió a 18,95, mientras que el rand sudafricano cedió un 2,6%, con el USD/ZAR llegando a 12,45.
Las monedas de los mercados emergentes no fueron las únicas en sufrir por este cambio básico, dado que las monedas del G-10 no han salido ilesas. El dólar de Nueva Zelanda (NZD/USD) recibió el mayor golpe, ya que los inversores siguieron revirtiendo las apuestas alcistas, y cayó otro 0,50% esta mañana. El yen japonés también estuvo bajo una fuerte presión de venta, ya que el USD/JPY subió de nuevo por encima del umbral de 109.
Varios factores pueden explicar la rápida apreciación del dólar estadounidense en los últimos días. Obviamente, el aumento de la rentabilidad de los bonos ha hecho que las operaciones largas en el dólar sean más atractivas -el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años quebraron la marca del 3%, mientras que los bonos a 2 años alcanzaron el 2,5%, mientras que las expectativas de inflación seguían mejorando- pero la continua ola de ventas en el mercado de valores también ha contribuido a deteriorar la sensibilidad frente al riesgo global, lo que beneficia al dólar.