La principal razón por la que los inversores incluyen el segmento del 40% en bonos en el total % de sus carteras es porque buscan "activos de refugio seguro" con una volatilidad mínima, especialmente aquellos que tienden a tener un buen rendimiento durante las recesiones económicas (des-correlación con la bolsa).
No obstante, por primera vez en 45 años, los bonos del Tesoro estadounidense han exhibido una volatilidad mayor que el oro.
La rentabilidad absoluta de la tradicional distribución combinada 60/40 (bolsa y bonos) en los portfolios de inversión (99% de las carteras de inversión globales) está históricamente sobre valorada.
La renta fija y la renta variable se mueven en idénticas direcciones. Es necesario añadir un 15-25% en materias primas para que las carteras de inversión vuelvan a estar des-correlacionadas con las acciones (bolsa).
Actualmente estamos experimentando otra coyuntura crítica en esta dinámica.
La bolsa y los bonos están correlacionados casi en un 60%, es decir, no están nada des-correlacionados. La deuda pública (letras del Tesoro) ya no actúa como cobertura para las acciones de bolsa.
Sí el oro físico. Siempre lo ha hecho. Una clase de activos históricamente infravalorada.