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La caída del petróleo continúa marcando el camino
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Los metales preciosos brillan oponiéndose a la tendencia
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La mayoría de los miembros de la OPEP no puede equilibrar sus presupuesto
La continua caída en los precios del petróleo a nivel mundial continúa marcando la agenda para las materias primas. Durante la semana pasada, el índice de materias primas de Bloomberg alcanzó un nuevo mínimo de cinco años y medio dado que las ventas en el sector petrolero continuaron.
Desde la reunión de la OPEP del 27 de noviembre, cuando el cártel decidió no modificar los precios, los precios del crudo WTI y el Brent, los dos referenciales mundiales, perdieron alrededor del 20% de su valor.
Los metales preciosos se opusieron a la tendencia negativa por segunda semana consecutiva, particularmente con el regreso de la plata. Esto se dio tanto en términos de rendimiento absoluto como también en relación al oro, donde alcanzó el máximo de seis semanas.
En esta etapa, el repunte de los dos metales puede considerarse principalmente como una reacción a la toma de ganancias que actualmente afecta al dólar, aunque también la debilidad de los mercados de valores durante la última semana prestó soporte.
En términos generales, la pregunta sigue siendo si los conductores actuales son lo suficientemente fuertes como para desencadenar un cambio de dirección.
Mientras que la combinación de un dólar y un mercado de valores más débiles ha estado soportando a los metales preciosos, el sector de la energía no encontró mucho de qué alegrarse dado que el crudo WTI tuvo pérdidas de doble dígito por segunda semana consecutiva.
El aumento de la producción y el posterior aumento de los inventarios en los EE.UU. pueden comenzar a desencadenar un aumento en los inventarios en el punto de entrega del crudo WTI en Cushing, Oklahoma.
Si esto sucede, podríamos ver una ampliación en el diferencial respecto al crudo Brent y que la curva del petróleo represente un contango aún más pronunciado durante los próximos meses.
Por lo tanto, la carrera a la baja del crudo continúa y el único consuelo para los productores que están viendo cómo sus ingresos están tambaleando es que cuanto mayor y más rápida sea la caída, antes podríamos ver una normalización y la recuperación del precio.
Están surgiendo presiones por todos lados. El rublo ruso continúa bajo una sostenida presión de venta, mientras que el rendimiento de los bonos de energía de segunda categoría de EE.UU. se está acercando a niveles preocupantes cerca del 10% por arriba del rendimiento actual de los bonos del Tesoro.
Los precios actuales del petróleo están demasiado bajos para 10 de los 12 miembros de la OPEP como para equilibrar sus presupuestos, de acuerdo con la información recopilada por Bloomberg. Lo que añadió más municiones a los vendedores la semana pasado fueron las rebajas al crecimiento de la demanda tanto de la OPEP como de la Agencia Internacional de Energía.
Ambas vieron cómo la demanda de petróleo de la OPEP caída a alrededor de 28,9 millones de barriles por día. Esto es más que un millón de barriles por debajo del objetivo de producción de 30 millones de barriles al día, que el cartel decidió mantener en la reunión de noviembre.
A pesar de la última caída pronunciada del petróleo, hasta ahora ninguna de las dos organizaciones está viendo una reducción considerable de la producción de petróleo de esquistos bituminosos de EE.UU. como consecuencia de la última caída en los precios.
Claramente preocupará a muchos productores de petróleo, dado que la destrucción de la oferta en tiempos de ralentización del crecimiento de la demanda es el único remedio disponible.
No es sencillo intentar ponerle fin a la situación actual, donde el miedo se ha convertido en un conductor importante. Lo que está claro es que el fuerte impulso negativo solo puede quebrarse si comenzamos a ver indicios de destrucción de la oferta.
Los hedge funds redujeron sus posiciones cortas y añadieron posiciones largas antes de la última liquidación del 10% para intentar anticiparse a un cambio radical. Dado que la liquidación continuó, si esto se hubiese desencadenado, hubiera causado una venta adicional durante la última semana, además del deterioro del panorama principal.
Continuamos buscando indicios de una ralentización, pero probablemente no deberíamos esperar una reducción considerable por varios meses. Por lo tanto, los precios continuarán susceptibles a una mayor debilidad durante el primer trimestre.
El petróleo de esquistos bituminosos de Bakken en North Dakota ahora opera por debajo de los 55 dólares el barril, mientras que el West Canadian Select, derivado de arenas alquitranadas, opera alrededor de los 40 dólares el barril.
Este deterioro tan pronunciado definitivamente llevará a reducciones en la oferta en el corto plazo, pero por ahora el mercado debe lidiar con un impulso muy negativo en el precio, que podría llevar el precio aún más a la baja.