Inyectar más dinero al mercado por parte del BCE y la Fed sólo evita un problema hoy para hacerlo más gordo mañana. Jerome Powell y Christine Lagarde lo saben y lo justifican al igual que el gobernador del Banco de España. Todo para ahuyentar el riesgo de deflación principalmente.
El auge de las bolsas son consecuencia precisamente de esto. Rompen resistencias embruteciendo aún más la sonora y dolorosa corrección que está por venir. Pocos dudan de que el mercado está sobrecomprado y puede corregir en cualquier momento. El dinero sigue sin llegar a la economía real ni al contribuyente en forma de deducciones, reducción de impuestos, fomento de la inversión, formación, reindustrialización o al menos como subsidio puntual para no quebrar. Está llegando al mercado financiero generando una burbuja en la bolsa americana principalmente.
Los datos macro lo apuntan y últimamente se aceleran.
1- El indicador Cape-Shiller Ratio, sigue mostrando desde hace tiempo niveles de burbuja al nivel del crack del 29 y sólo superado por las punto com. En una seria histórica desde 1880 hasta la actualidad.
2- La velocidad de circulación del dinero en EE.UU sigue cayendo a plomo situándonos actualmente en niveles sin precedentes deflacionistas. Esto indica que la economía está dopada con dinero público a más no poder. Medida que no está evitando la deflación severa, es decir, la caída generalizada de los precios y en consecuencia la recesión económica duradera porque no se inyecta el capital donde hace falta y de forma estratégica en la economía para regularla.
3- La incertidumbre macroeconómica es la más alta en la historia moderna desde los años 70.
4- La Fed ha duplicado en el último año la compra de activos. El doble que lo que compró entre 2004 y 2019.
5.- La producción industrial ha caído como nunca lo había hecho en España desde que tenemos conocimiento en la serie histórica (1976). La alemana desde la última década.
6- El mercado del petróleo está roto. Demasiada volatilidad de un sector subsidiado durante años para crear exceso de oferta. Ahora es demasiado grande por la caída generalizada de la demanda para seguir manteniendo el sector tal como lo conocíamos y se inician bancarrotas, fusiones y absorciones.
7- Ni hablar de la deuda global, pública y privada. Imposible de pagar.
En el año 2000, Buffett y Soros no apostaron por las puntocom y avecinaron la que se venía. Ahora tampoco se les hace caso. Son demasiado viejos dicen de ellos. A Roubini se le atribuía el papel de agorero cuando anticipaba las subprime en 2007 y la de catastrofista por anticipar la que se nos viene encima. A Dalio se le cuestiona de la misma manera desde hace un par de años. Los datos siguen agudizando aún más sus pronósticos. Ya callan.
Trump es parte del problema. Su guerra con China, los conflictos sociales y su poca empatía no ayuda.
Hay quien compara este EE.UU. con el del año 68. La bolsa estaba por las nubes también a pesar de los conflictos y disturbios en 125 ciudades por el asesinato de Malcom X en el 65 y el brote del 68 con el asesinato de Luther King, Robert Kennedy y la guerra de vietnam entre otros problemas coyunturales. La diferencia entre aquella y esta es su situación económica. La del 68 estaban en expansión y la de ahora está en corrección, dopada, con un virus mortal, endeudada y en una fase de contracción económica afectando a la grandes industrias del mundo por el shock de oferta sin precedentes en la historia de nuestra civilización.
Estamos en un momento trascendental de nuestra historia económica donde todo debería de estar rediseñándose. Desde la globalización hasta la nueva revolución industrial tecnológica. Quizá estemos en el peor momento para tener los peores gobernantes.
Haré caso a Javier H.A, quizá estemos en un fantástico momento para cultivar la intelectualidad y el desarrollo personal, aportaría algo de luz en este turbio futuro económico, político y social. Por sacarle positividad a pesar de la crueldad de los datos.
El desarrollo económico y social debería atender inversiones en Medicina, servicios públicos, alimentación, telecomunicaciones, energía, banca e instituciones financieras y transporte apoyadas todas ellas con un reseteo fiscal en medio mundo. Sectores pilares a futuro y de ilimitado desarrollo. Mientras, seguimos sosteniendo una economía basada en modelos obsoletos a pesar de las evidencias por el simple arte de especular.