A finales del pasado mes de octubre se presentó un estudio clínico sobre el alzheimer con el que se ha logrado una ralentización del 61% en la progresión de esta enfermedad. Este anuncio provocó que el valor subiese en un día un +8,81% en bolsa. Pero ya les dije que cuidado, ya que Grifols (MC:GRLS) informará de los resultados del ensayo entre marzo y abril de 2019 y queda un largo camino de publicaciones, análisis en pacientes para que el producto llegue a comercializarse y ver cómo afectará a los resultados empresariales y qué efectos tendrá en los pacientes a largo plazo.
Y es que es una historia muy habitual en los mercados. Una compañía anuncia una buena noticia, reacciona con fuerte subida en Bolsa y acto seguido se desinfla. Grifols no fue una excepción, tras la fuerte subida ese día llegó una fase de lateralidad y desde finales de noviembre se impuso la presión vendedora. Digamos que los especuladores quisieron sacar tajada de la noticia y deshacerse de los títulos rápidamente para hacer caja. Como les digo, un clásico en este mundo.
También es cierto que no le ha supuesto un punto a favor que la Reserva Federal de Estados Unidos se haya visto obligada a variar su hoja de ruta en lo concerniente a subidas de tipos de interés. En principio se esperaban dos o tres movimientos al alza, ahora la cosa se complica y con un movimiento ya sería todo un éxito, aunque se observa que los futuros de fondos federales no son muy optimistas, incluso buena parte del mercado cree que, al igual que el Banco Central Europeo, no subirá las tasas hasta el 2020. ¿Y por qué esto no es positivo para la compañía de hemoderivados? Pues básicamente porque buena parte de sus ingresos provienen de Estados Unidos y con un dólar fuerte reduciría los gastos fiscales y reduciría el coste de su deuda, pero claro, en principio, que la Fed no suba los tipos tanto como se esperaba dificulta que el billete verde se vea favorecido.
El obstáculo más reciente que se ha encontrado Grifols en su camino, concretamente hace pocos días, fue la decisión de Berenberg de retirar su consejo de "compra", hecho que provocó caídas ese mismo día (-2,93%), lo que supuso su mayor recorte desde el 10 de diciembre, llevando el precio de sus títulos a niveles del pasado mes de octubre.
Pese a todo, el precio objetivo se encuentra en torno a los 25 euros.
Un día clave marcado en el calendario de los inversores será el 28 de febrero, momento en el que publicará sus resultados anuales del 2018 antes de la apertura del mercado.
Técnicamente hablando, en julio les comenté que la zona interesante para comprar si llegase el precio eran los 21,42 euros. Pues bien, prácticamente la tocó en octubre (se quedó a muy poquitos céntimos) y rebotó a 27,08 euros. Un hecho que ayudó a ello fue que teníamos sobreventa: un soporte + sobreventa tiende a ser una buena opción de rebote al alza.
Ahora, actualizando el escenario, el nivel de opción de rebote al alza serían los 21,59 euros.