Apertura bajista para las bolsas después del desplome vivido ayer en WallStreet, donde todos los selectivos cayeron con dureza al conocerse el preocupante dato de IPC, que quedó en el 4,2% cuando se esperaba un 3,6 %. Esta cifra es la mayor subida mensual de precios al consumo subyacentes en un mes desde el año 1981.
La inflación es una realidad que ya no se puede esconder. Y todos sabemos que se trata de un fenómeno muy fácil de crear y muy difícil de controlar, veremos, por tanto, qué medidas toma en próximas reuniones la Reserva Federal. El tapering puede estar a la vuelta de la esquina.
El mercado de bonos reaccionó con subidas de sus rendimientos, al igual que el dólar, que reflejó de manera lógica el dato de inflación y subió con claridad contra todos los cruces.
Ya hablamos ayer del dato que se conoció en EEUU, a principios de semana, de ofertas de empleo. Salió muy por encima de los esperado, haciendo evidente que hay muchos trabajadores que prefieren quedarse en casa cobrando las ayudas antes que acudir a las ofertas que se hacen. No hay deuda más improductiva que está y no ayuda nada al contexto de inflación. Tampoco lo hacen las cifras record de ahorro que hay en las familias americanas, ahorro que puede empezar a canalizarse en consumo a medida que se ejecute la desescalada.
La renta variable y especialmente los activos growth lo están pasando mal. Un ejemplo claro es el fondo de Cathy Woods, ARK, que cae por debajo de su media 200. También muchos otros fondos, que empiezan a temer los famosos margin call.
En Asia, signo bajista en los principales índices con el Nikkei cayendo un 1,7%. Hoy presenta resultados Alibaba (NYSE:BABA).
En commodities, el petróleo se mantiene por encima de los 65 dólares. A nivel técnico, seguimos buscando nuevos máximos anuales.
El sector de las criptomonedas cae con fuerza. El Bitcoin desciende dos dígitos y se mueve en el entorno de los 50.000 dólares. El crash llega después de que Tesla (NASDAQ:TSLA) anunciara públicamente que ya no acepta la criptodivisa para la compra de automóviles. Y esto es debido a las preocupaciones ambientales que genera el minado de Bitcoin, que utiliza grandes cantidades de electricidad generada con combustibles fósiles. Este fue el tuit de Musk que desencadenó todo:
"La criptodivisa es una buena idea a muchos niveles y creemos que tiene un futuro prometedor, pero esto no puede tener un gran coste para el medio ambiente".
La realidad es que, al ritmo actual, esa minería de bitcoins devora aproximadamente la misma cantidad de energía anual que Holanda. Sin embargo, este es un problema que la comunidad cripto está trabajando, por ejemplo, usando energía reciclada o directamente energías renovables para su minado.