La inflación ha copado los titulares de buena parte de la prensa económica en los últimos meses a ambos lados del Atlántico. Lo último ha sido el anuncio la semana pasada de Lagarde de cambiar la estrategia monetaria del Banco Central Europeo (BCE), contemplando un objetivo simétrico de inflación del 2% en el medio plazo. Este cambio era algo esperado porque sigue los pasos iniciados por el Banco de la Reserva Federal (FED), que introdujo un cambio similar hace meses, y porque las previsiones en EE. UU. y Europa superan el objetivo de estabilidad de precios fijado en el 2%.
Para poder mantener una política monetaria expansiva, se han visto obligados a flexibilizar la medición del objetivo de inflación, ya que, de otra manera, cada vez tendrían más complicado continuar con los programas de compras de bonos. A modo de resumen, recogemos a continuación las previsiones tanto del consenso del mercado como de nuestros propios modelos para algunas de las principales economías.
El momento del ciclo de EE. UU. es diferente al de Europa, y este hecho debe tenerse en cuenta a la hora de interpretar los datos. Mientras que en EE. UU. el mercado descuenta que el pico de crecimiento ya se ha producido, en Europa las mejores lecturas de crecimiento del PIB están aún por llegar. A pesar de ello, se prevé un incremento sustancial de la inflación de Alemania, que pasaría del 2,3% a situarse bien por encima del 3%. En menor medida, la zona Euro se situaría, según el consenso, en torno al 2%, si bien nuestros modelos prevén un incremento algo superior de la inflación -en línea con lo que se desprende del cambio de política del BCE que comentábamos al principio, aunque previsiblemente tendrá más impacto en próximos meses.
Respecto de EE. UU., destacamos los datos de Gasto de Consumo Personal (PCE) y, más en particular, el Gasto de Consumo Personal Subyacente (Core PCE), ya que esta última métrica es la utilizada por la FED para su objetivo de estabilidad de precios. En ambos casos, el consenso prevé un ligero aumento en los datos de junio, que se publicarán este viernes. Recuerden que la FED tiene un objetivo para finales de año del Core PCE del 3,4%. Salvo que nos sorprendiera este viernes un dato por debajo de 3,6%, nuestros modelos preverían que el Core PCE continuase la subida durante el mes de julio (se publicará a finales de agosto) dirigiéndose hacia la cota del 3,9%.
La consecuencia de lo anterior es, a nuestro juicio, importante. Mientras Europa se encontraría aún en un trade de reflación, la primera economía del mundo continuaría durante este y, previsiblemente, el próximo mes, inmersa en un régimen de estanflación, tal y como anunciamos en Investing el pasado 5 de julio (pinchen aquí para leer el artículo), con las consecuencias que esto tiene en cuanto a la rotación de las carteras de inversores institucionales. Será necesario hacer un seguimiento de los próximos datos de PIB para estimar con mayor precisión si el aplanamiento de la curva de tipos de interés continuará o si, por el contrario, es más probable que pase a estabilizarse.