Un euros siempre será un euro, pero cómo y en qué te lo gastes puede hacer que su valor para ti sea mucho mayor. Y es que el dinero en sí mismo no da la felicidad, pero lo que hagas con el sí puede marcar la diferencia.
¿Existen formas de gastar el dinero para ser más feliz? Sí, según la ciencia y el libro Happy Money, coescrito por Elizabeth Dunn y Michael Norton. Este es un resumen de sus propuestas y de mis experiencias al respecto.
Deja de comprar cosas, compra experiencias
Comprar nos hace más felices, pero esa ilusión inicial va perdiendo fuerza con el tiempo. La culpa la tiene el principio de habituación.
Por eso mismo, cualquier compra que hagas tendrá siempre un impacto limitado en tu nivel de felicidad. Desde el nuevo móvil hasta algo tan grande como un coche o tu casa. Con suficiente tiempo será algo que das por hecho, te habrás habituado a él y tenerlo en tu vida no te hará más feliz.
Con las experiencias ocurre al contrario. Ganan con el tiempo. Sólo tienes que pensar en cuáles son tus recuerdos más felices en el último año: ¿compras o experiencias? Seguro que de las segundas hay muchas, y de las primeras una o ninguna.
Por eso mismo, una forma de usar tu dinero para ser más feliz es comprar experiencia en lugar de cosas. Además, las experiencias tienen la ventaja de que su impacto aumenta con el tiempo. Nuestra mente está diseñada para recordar lo bueno y esconder lo malo. Por eso mismo, cuando recuerdas un viaje te acuerdas de lo que has disfrutado, no de los contratiempos.
Si quieres volver a experimentar un poco de esa felicidad, te bastará con recordar, algo que no te pasa con tu móvil, coche, televisión...
Gasta el dinero con quienes más quieres
En línea con el consejo anterior, las mejores experiencias son las que compartes con alguien importante. Por eso mismo, gastar el dinero en compañía de quienes quieres, multiplica ese efecto.
Haz que cada compra sea algo especial
A nuestro cerebro le encantan las cosas nuevas y le aburre lo que ya conoce. Incluso el mayor de los placeres puede perder su fuerza si se convierte en algo habitual. En mi caso, uno de estos placeres es el chocolate. Con el tiempo he aprendido que si quiero disfrutarlo de verdad, es mejor no tomarlo a diario, y hacerlo una vez por semana tratando que sea un momento especial en familia. Así lo convierto además en una experiencia. Así logro vencer al principio de habituación.
Este principio es el responsable de que las personas ricas no sean necesariamente más felices que el resto. Tienen muchas cosas con las que la mayoría sólo puede soñar, pero para ellos son parte del paisaje, no les aportan valor añadido. Es más, puede suceder al contrario si algún día no cuentan con ellas.
Invierte tu dinero en tener más tiempo
El dinero es infinito, pero cada segundo que pases no volverá. La ciencia ha demostrado que tener tiempo libre es uno de los factores clave que determina tu felicidad. Por eso mismo, invertir tu dinero en comprar tiempo te hará más feliz.
Si además lo usas para evitar las tareas que más te desagradan, todavía será mejor. Una forma muy sencilla de evaluar una compra es analizarla en términos de tiempo en lugar de dinero. Por ejemplo, si me compro ese nuevo coche, ¿pasaré más tiempo o menos con mi familia y amigos?, ¿tendré más tiempo libre para hacer lo que me gusta o menos? La respuesta a esta pregunta predice muy certeramente si comprar ese coche te traerá felicidad o lo contrario e incluso si el hecho de que el coche sea un BMW (DE:BMWG) o un SEAT te hará más feliz a largo plazo.
Compra ahora, disfrútalo mañana
Estamos acostumbrados al “compra hoy, paga manaña” cuando en realidad lo que nos hace más felices es justo lo contrario. La razón es que al pagar hoy para disfrutarlo más adelante, tu mente empieza a anticipar el momento del disfrute desde ese instante. Así la felicidad y el disfrute es doble.
Un buen ejemplo es un viaje que pagas ahora y que harás en un mes. Durante ese mes vas a poder disfrutar de la planificación y una vez estés allí, del propio viaje.
Vive sin deudas
Uno de los hábitos de la gente con mucho dinero es saber gestionar sus deudas. Por norma general, no se endeudarán para consumir.
Las deudas tienen un alto impacto negativo en tu nivel de felicidad. Saber qué tienes que pagar todos los meses, independientemente de lo que pase con tus finanzas o tu trabajo genera mucho estrés, aunque no siempre te des cuenta.