La inminencia del anuncio del plan de recorte de impuestos para individuos y empresas por parte del presidente Donald Trump es, tal vez, la referencia más importante de la semana.
Con este plan, Trump intentará comenzar a darle dinamismo y mayor crecimiento a la economía estadounidense, lo cual, en principio, debería repercutir en forma positiva en las bolsas de valores.
En un contexto de esta naturaleza, el dólar podría caer ligeramente ante las divisas principales, sobre todo si, como se cree, las acciones de Wall Street comienzan a ganar posiciones en el corto plazo.
No obstante, los anuncios de Trump se enmarcan en una serie de eventos de suma importancia que están haciendo de este mes de abril un período realmente especial para los mercados, que se encuentran más pendientes de cuestiones políticas que de los informes macroeconómicos, que normalmente son los que van generando tendencias en las divisas y acciones.
Además del plan de impuestos de Trump, se conocerán en Canadá los datos de ventas minoristas, que naturalmente impactarán en el Loonie. Esta moneda viene cayendo aceleradamente en los últimos días, producto, en gran parte, de un fuerte retroceso del precio del petróleo, que otra vez cayó de los 50 dólares por barril. Sin embargo, una cifra de ventas minoristas que supere el crecimiento de febrero, que fue del 2,2%, podría darle aire al dólar canadiense en el corto plazo.
Más tarde será el turno de los inventarios semanales de petróleo en Estados Unidos. Allí puede estar una de las claves del día no solo para el precio del crudo, sino también para las divisas vinculadas al mismo.
Entre ellas, vuelve a aparecer el dólar canadiense, pero también el peso mexicano, que lentamente pierde fuerza luego de un alza importante que experimentó desde mediados de enero pasado. Al peso no lo ayuda la baja del petróleo, pero probablemente tampoco lo hagan los anuncios de Trump, que motivarían la repatriación de capitales hacia Estados Unidos.
Por último, y ya en la sesión asiática del jueves, el Banco de Japón (BoJ) dará a conocer su comunicado de política monetaria. Los tipos de interés quedarán lógicamente sin cambios, en el -0,1%, y se espera para la tarde de Tokio (inicio de la sesión europea), la conferencia de prensa a cargo de Kuroda, gobernador del BoJ.
Si bien Kuroda no ofrecería cambios en la política actual, sus palabras suelen ser desmenuzadas por el mercado, que reacciona en consecuencia ante el yen. La divisa nipona se ha convertido en los últimos tiempos en un refugio de los inversores, y una cierta relajación de los mercados, producto del resultado de las elecciones de Francia, y una cierta distensión -momentánea- entre Estados Unidos y Corea del Norte, lleva a la venta del yen.
Una sesión que sin dudas ofrecerá muy buenas oportunidades, y que generará movimientos importantes en el dólar durante la sesión americana, y del yen en horario asiático del jueves.