Con el alivio que le trajo a Europa, y en especial a la eurozona, el resultado de las elecciones presidenciales en Francia, en las que el candidato moderado Macron se impuso -por muy poco margen, a decir verdad-, ante Marine Le Pen, de extrema derecha, el Banco Central Europeo (BCE) se dispone a celebrar su tercera reunión de política monetaria del año.
El euro se vio ciertamente beneficiado por el resultado de las elecciones francesas, aunque no son pocos quienes ven un futuro alcista para la divisa única en los próximos tiempos, por varios factores.
Uno de ellos, tal vez el más importante e inminente, es la posibilidad de que se anuncie que el plan de estímulo a la economía que lleva adelante la entidad, y que en estos momentos consta de la colocación de 60.000 millones de euros por mes en bonos, finalice, como estaba previsto, en diciembre próximo.
La lluvia de euros que ha volcado la entidad desde marzo de 2015 ha sido inmensa, y al parecer está dando resultados: las variables macro del bloque están comenzando a rendir frutos.
Sin embargo, el propio Draghi, como también otros funcionarios del BCE, han manifestado que es aún prematuro poner fecha de finalización al plan. Con una inflación que se ve muy lejos del objetivo del 2%, los mercados ven con buenos ojos la marcha de la economía, y avalarían sin más trámite una extensión de dicho plan por lo menos hasta abril de 2018.
Pero lejos de perjudicarlo, esta extensión podría ir en favor de un alza del euro. Por el lado de la Reserva Federal (Fed), siguen las dudas acerca de si las alzas de tipos de interés se reanudarán en junio, o las dos que se han establecido, en diciembre de 2016 y marzo de 2017, han sido por ahora suficientes.
Si bien el diferencial de tasa favorece ampliamente al dólar (1% a 0%), esto no sería suficiente para evitar que el euro se dirija a la zona de 1,10 o 1,12 antes de iniciar un nuevo ciclo bajista.
Sin muchas novedades relevantes, el BCE podría entonces ahondar en estas cuestiones, referidas fundamentalmente a la marcha del plan de estímulo, pero no mucho más. Draghi, en su conferencia de prensa, reiterará que el organismo se encuentra listo para tomar acción cuando sea necesario, y alguna cuestión de forma.
Eso sí, el euro va a moverse en buena forma ante las palabras de Draghi, probablemente en ambas direcciones, y en pocos minutos. Con el debido cuidado, una vez que termine de hablar y comience a responder las preguntas de la prensa, será un buen momento para tomar acción en el mercado.