"Puedes enseñar a la gente economía, finanzas, negocios y mucho más. Lo que no puedes enseñarles: inteligencia emocional para luchar contra el pensamiento de grupo, prevención de la estupidez a través de la sabiduría, autodisciplina y juicio imparcial. Por eso que muchos repiten errores similares, ciclo tras ciclo. Toda inversión inteligente se reduce a pagar menos de lo que vale algo. Pagar menos no significa comprar activos baratos con bajos multiplicadores (negocios) o altos rendimientos (propiedades). Preferimos la más alta calidad, que es muy cara, pero el truco es pagar menos de lo que vale. Suena simple, ¿sí? Simple no significa fácil. Se necesitan años de espera paciente para que un activo de calidad finalmente se negocie a precios justos o incluso con descuento. La mayoría de los inversores no tienen la autodisciplina y los profesionales no pueden darse el lujo, ya que tienen presiones de rendimiento...", dice Tiho Brkan.
"Solía pasar horas escuchando a los chicos en los podcasts hablar sobre cómo estamos al borde de otra Depresión, el peor colapso de la historia y despotricar sobre la Reserva Federal. Probablemente suma semanas de mi vida desperdiciadas. Hacer esto contaminará tu cerebro y es una pérdida de tiempo", añade ValueStockGeek.
"En nuestra búsqueda de dinero, a veces perdemos de vista cosas a las que ni siquiera podemos ponerle precio. Sepa lo que importa", señala A Simple Life.
"Mi amigo Eduardo B. con más de 50 años de experiencia en la Bolsa, me dijo en enero, que la volatilidad saltaría en cualquier momento, porque los grandes bancos de inversión USA tienen ganas de mover el cocotero para que todos los animalitos, que se divertían en sus ramas cayeran a plomo al suelo. Y así ha sucedido en varias ocasiones".
"Me advertí, en el mismo acto, que la recuperación sería rápida y que los animalitos volverían a las ramas. Y así ha sucedido, con rebotes y caídas. Cuando el cocotero tiene muchos cocos no hay que preocuparse. Cuando la economía, como sucede ahora, no sabe por dónde tirar en el mundo, las Bolsas se deprimen".
"Los que fomentaron unas cosas y las contrarias dicen ahora que a otra cosa mariposa y que lo que tenía que pasar ya pasó. Me he quedado con cara de gil, con unos pocos euros en la cuenta de Bolsa y con el reconocimiento explícito de que soy muy, muy bobo, porque no he podido soportar la presión ambiental ni mediática", me escribe Benito L. inversor privado y especulador en Bolsa.