La aplicación del artículo 155 de la Constitución de forma contundente apunta a la posibilidad de que el mercado de acciones español, que gotea desde el mes de junio y que desde septiembre ha rendido un 7% menos que el Euro Stoxx 50, retome la tendencia alcista del resto de bolsas y recupere buena parte de lo perdido.
La clave está en la resistencia que encuentre en la calle.
Manifestaciones, huelgas o actos violentos serán vistos con temor por los inversores y harán pensar en un agravamiento del conflicto y una reducción de las tasas de crecimiento.
Nuestra estrategia apuesta a que el giro se ha producido y los niveles vistos en las sesiones del 4 y 5 de octubre (tras el referéndum) y los días 26 y 27 de octubre (con la proclamación de independencia), serán los mínimos.
El camino al alza estará influenciado por la resistencia de los grupos que apoyan la independencia en Cataluña. Pensamos que llegará a los 11.000 puntos en pocas sesiones.
Al igual que en agosto de 1990 las bolsas empezaron a retroceder tras la invasión de Kuwait y no se giraron hasta que llegado el 15 de enero de 1991 se iniciaron los ataques de la coalición liderada por Estados Unidos, entonces se valoró si los medios empleados eran suficientes, si la oposición encontrada era alta y si se podía plantear una más o menos rápida acción militar que liberara el emirato.
Si tras la aplicación del 155 hay o no una caída mayor o menor de las fuerzas independentistas, si en meses o en años retoman sus reivindicaciones y si lo harán o no desde una posición de mayor o menor apoyo popular eso, seguramente, tardará un tiempo en meterse en las valoraciones del mercado.
En un entorno de bancos centrales que siguen inyectando mucho dinero a los mercados, con tipos de interés en mínimos y ausencia de fuerzas inflacionistas, con los capitales privados “narcotizados” comprando bonos de baja calificación crediticia que pagan unos pocos puntos o acciones con múltiplos de auténtica burbuja, los valores del Ibex terminarán viéndose como una oportunidad de inversión a corto y, que también lo es, a largo plazo.