Antes de la pandemia los precios del petróleo y su volumen productivo se mantenían relativamente controlados, los balances entre oferta y demanda eran equilibrados producto de la intervención de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, lo que hacía que se mantuvieran cuotas de producción y una demanda relativamente estables.
Sin embargo, luego del COVID-19 todo se descontroló, los precios del petróleo producto del cese de movilidad y productividad en la mayoría de países se desplomaron, hasta mostrar incluso valores negativos. Por múltiples motivos, las productoras de petróleo seguían produciendo y acumulando petróleo, aunque la demanda había caído en millones de barriles.
Luego de esto, muchas compañías empezaron a reducir su producción, aumentando el desuso en su capacidad instalada, y empezaron a cerrar sus plantas, temporal o definitivamente, de forma parcial y total, alrededor del mundo: Portugal, Argentina, El Caribe, Ecuador, India, Corea del Sur, Italia, Japón y Tailandia.
Todo lo anterior hizo que, una vez que se anunciara el cese de los confinamientos, el precio del petróleo iniciara su ascenso, y, esto aunado a las condiciones climáticas extremas en Estados Unidos (en donde la refinería Chevron Corp (NYSE:CVX)., situada en Texas, cerró este martes) ha generado que, en las últimas semanas, se eleve el valor del petróleo a niveles máximos desde que inició la pandemia.
Con miras al futuro, tenemos que tener en consideración que el programa de recorte voluntario de Arabia Saudí finaliza el próximo mes, pero aún no han indicado sus nuevos planes. Los datos de inventario de petróleo en EE.UU. se publicarán a finales de esta semana, por lo que podrían representar un impacto en el precio actual. También, se está a la expectativa de lo que se decida en la reunión de la OPEP+ el próximo 4 de marzo, para fijar su política de recortes.
En el corto plazo podría haber una corrección, que considero iría a niveles de 57.8 en donde se dan confluencias en orden block, OTE (Optimal Trade Entry), y patrón armónico, por lo que, dependiendo de los fundamentales, podría ser una buena probabilidad de ingresar nuevamente en compra, para continuar al alza, con un SL reducido a 57 – 57.2.
A largo plazo debemos esperar a ver cómo reaccionará el mercado, y los diferentes productores, con respecto a las decisiones y reportes de las próximas semanas, pero, tomando en consideración los diversos cierres operativos que se han dado, la dificultad en mantener por casi un año plantas con baja o nula utilización de su capacidad instalada, absorber costos fijos enormes, etc., esto podría generar la continuación de reducción en la producción, por lo que cuando realmente todo vuelva a la “nueva normalidad”, podría haber un exceso de demanda versus una oferta cada vez menor, lo que disparará los precios, de esta y otras materias primas, a máximos históricos.
Pero como todo en el trading, sólo nos queda esperar, y posicionarnos lo mejor posible para aprovechar el mercado.