Un buen clima en la economía siempre ayuda, tanto en las decisiones de inversión como en los acuerdos económicos bilaterales. Esta ha sido el caso de las negociaciones del Brexit. Ante unas buenas perspectivas económicas en la zona euro se hace menos urgente mostrar firmeza en las posiciones que justifiquen una mayor unidad y la necesidad del establishment actual.
Así, la pasada semana se cerró el acuerdo de la primera fase de las negociaciones del Brexit recomendando Bruselas pasar a la siguiente fase. Aumentaron las temperaturas en los mercados que aplaudieron cerrándose una buena semana en Europa. El Euro Stoxx 50 se apunto un avance semanal del 1,81% y el Ibex 35, ayudado por el sector financiero, se aupó por encima de los 10.300 puntos con una ganancia semanal de 2,34%.
En Estados Unidos, el buen dato de la creación de empleo, superior al previsto, llevó a Wall Street nuevamente a máximos históricos. El dólar recuperó terreno, según lo previsto tras la aprobación del senado de las reformas fiscales, y cerró la semana cambiándose el euro en 1,1774 dólares. La deuda se mantuvo estable con las obligaciones españolas a 10 años en 1,418 % y el Bund alemán en 0,30%.
Esta semana, casi como telón de cierre del año, vuelven los bancos centrales a escena. Aunque el guión está ya escrito estaremos atentos por si los protagonistas deciden realizar aportaciones propias de última hora para conseguir mayores aplausos. La Reserva Federal (Fed) en su reunión de política monetaria del miércoles incrementará el tipo un cuarto de punto, según lo previsto, y tendremos un avance de las subidas para el próximo año. Entre dos y tres es lo más probable.
El Banco Central Europeo (BCE) celebrará su reunión de política monetaria el jueves mantendrá la situación actual de tipos y de la misma manera del Banco de Inglaterra y del Banco Nacional de Suiza tampoco se espera que realicen cambios en su reunión de política monetaria.
Pero, cuando de los bancos centrales se trata, tienen más consecuencias los dichos que los hechos, así que veremos los efectos que tienen en la platea de los mercados las declaraciones posteriores de sus presidentes. En la zona de butacas donde se sitúan las divisas podríamos percibir conatos de volatilidad.
Por lo que respecta a las bolsas, prevemos una nueva semana de movimiento lateral pero probablemente con ligero tono alcista a final de la misma, coincidiendo con el vencimiento de futuros y opciones del próximo viernes, en la conocida cuádruple hora bruja. Además, las esperadas buenas lecturas de la situación económica de los banqueros centrales en sus declaraciones, nos apuntan también a este buen tono en el final de la semana. Quizás estemos ante los últimos coletazos de 2017 ya que, quien más quien menos, da por cerrada la actual temporada artística y lo fían todo a la apertura de la nueva.
De la cartelera macroeconómica de la semana también conviene no perderse: el lunes la publicación de la encuesta JOLT de oferta de empleo en Estados Unidos. El martes la publicación del índice ZEW de confianza inversora en Alemania y de la zona euro. Mario Draghi comparecerá en un acto en Fráncfort. El miércoles la comentada reunión de política monetaria de la Fed en la que se espera una subida de tipos y en la que describirá las condiciones y factores económicos que inciden en su decisión.
Se conocerán también el IPC de Alemania y de Estados Unidos. El jueves conoceremos el IPC de noviembre en España y los PMI manufactureros y de servicios de la zona euro. Además las comentadas reuniones de políticas monetarias del BCE, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional de Suiza.
El viernes se publicará la balanza comercial de la zona euro y tendrá lugar la cuádruple hora bruja con los vencimientos de futuros y opciones sobre índices y acciones, ya comentado. Por otro lado el Tesoro español subastará bonos a tres y cinco años, así como obligaciones a diez años el próximo jueves.