Estamos en una semana un tanto peculiar, con muchos operadores de vacaciones, y festivos el viernes y el próximo lunes, que no invitan a observar grandes apuestas y movimientos. Especialmente, en el contexto de aumento de las tensiones geopolíticas en el que estamos.
Por hacer un resumen de los factores que tenemos encima de la mesa.
El bombardeo por sorpresa por parte de EE.UU. de la base militar siria de la que se presuponía nació el supuesto ataque con armas químicas a la población civil supone un incremento cualitativo muy importante del riesgo geopolítico mundial, al estar Rusia apoyando al otro bando. Tanto Rusia como Irán han declarado que responderán si EE.UU. vuelve a atacar a las fuerzas gubernamentales sirias, lo que supone una amenaza de elevadísima envergadura.
En paralelo, tenemos otro aumento de la tensión en las aguas de Corea del Norte, al haber enviado EE.UU. una importante flota de combate.
Tenemos también que las encuestas en Francia están favoreciendo al candidato de extrema izquierda Melenchon, que no es precisamente del gusto del mercado, y que está acortando las distancias ostensiblemente con el candidato favorito del mercado y de las encuestas hasta ahora, Macron. Y aún hay muchos indecisos.
Sobre las negociaciones con el Brexit no tenemos novedades, más allá de que no ha empezado de la mejor manera posible.
Además, sigue sin haber ninguna información sobre la reforma fiscal de Donald Trump, dos meses después de que el presidente americano dijera que daría los detalles en las “próximas semanas”. La derrota de la reforma sanitaria en la cámara de Representantes pasó bastante desapercibida para los inversores, pero desde entonces, no hay ningún avance en el frente político americano.
Recordemos que las expectativas sobre las políticas económicas anunciadas por Trump constituyen la principal razón del rally desde noviembre y con el dato de empleo que se publicó el viernes pasado, no se puede decir en absoluto que la economía americana esté acelerando su ritmo en los últimos meses.
En breve empezará también la temporada de presentación de resultados del primer trimestre del año, nuevo catalizador para los mercados.
Así que el contexto actual está repleto de catalizadores inciertos, todos ellos de elevado potencial de impacto en unos mercados que sin duda, han evolucionado con altas dosis de optimismo.
Wall Street cerró ayer prácticamente plano. El Dow Jones (+0,01%), el S&P 500 (+0,07%), y el Nasdaq (+0,05%), cerraron con timidísimos avances.
Yellen hizo unas declaraciones ambiguas en las que admitió que la inflación está cerca del objetivo, y que no pueden tardar demasiado en subir los tipos de interés de forma gradual, alcanzando una velocidad de crucero en la senda de subidas.
En Asia, tenemos caídas del Nikkei del 0,27% (con un mal comportamiento de Toshiba (T:6502), por retrasarse en la publicación de sus cuentas), y subidas del 0,6% para la Bolsa de Shanghái.
En datos macro, tenemos un dato del IPC de Reino Unido del 0,4%, una décima por encima de lo esperado. Tenemos también que el índice ZEW de Alemania ha superado con creces las expectativas (19,5 frente a 14).
En cambio, la producción industrial de la zona euro ha decepcionado en febrero (-0,3% frente a +0,1% previsto), mientras que en EE.UU. no se publicarán referencias de importancia.
Por su parte, el crudo continua escalando, y ya supera los 56 dólares y el EUR/USD recupera el 1,06.