De acuerdo con las actas de la reunión de la Fed publicadas ayer, las tasas de interés se elevarán en el “corto plazo”. Las expectativas de los mercados respecto a una subida de tipos no han cambiado mucho y todavía se ubican por encima del 90 %. Era claro que la Fed no tenía prisa para enviar una señal muy agresiva.
La inflación sigue siendo un tema muy importante y, en particular, la trayectoria que tomarán los precios al consumidor. Las actas demuestran que el debate sigue abierto entre los políticos con respecto a las presiones inflacionarias. En nuestra opinión, y como mencionamos ayer no creemos que existan fuertes presiones inflacionarias, pero la incapacidad predecible para elevar las tasas por encima de un cierto nivel - el riesgo de estallido de la burbuja de bonos sería muy alto - obliga a la Fed a enviar señales mixtas sobre la inflación. El comentario de Yellen, afirmando que “estamos monitoreando la inflación muy de cerca” parece contradictorio con la realidad de la política monetaria.
Será muy difícil cambiar a una política monetaria muy laxa de una política de ajuste. La inflación ahora está allí y ayudará a matar la enorme deuda acumulada. En este momento, el dólar continúa debilitándose frente a la moneda única.