Como se esperaba ampliamente, el Banco Nacional Suizo mantuvo los intereses sobre los depósitos a la vista en el -0,75 % y el objetivo de tres meses se mantiene entre -1,25 % y -0,25 %. El banco central también reiteró que se mantendrá activo en el mercado de divisas en caso de que algunos desarrollos adicionales lo justifiquen. Hasta el momento, la declaración fue bastante similar a la anterior, la cual se dio a conocer en marzo. En general, la declaración es más moderada que la anterior.
En el frente de la inflación, el pronóstico condicional a corto plazo se ha corregido al alza - las cifras del 2T, 3T y 4T de 2018 se incrementaron de 0,6 % a 0,9 % en junio - después de la subida de los precios del petróleo crudo. Sin embargo, el BNS redujo sus expectativas para el final de 2019 en medio de una menor expectativa de crecimiento en la zona euro y las tensiones políticas persistentes entre los miembros de la UE - más específicamente la incertidumbre política en Italia.
A la luz de estos acontecimientos (la revisión a la baja en la previsión de inflación para el año 2019, la incertidumbre política en Italia, el estancamiento del crecimiento en la UE y la guerra comercial entre las economías más grandes del mundo) el BNS tiene todas las razones para retrasar más tiempo la subida de tipos.
En consecuencia, hemos corregido a la baja nuestras expectativas para el EUR/CHF. No esperamos que la moneda única quiebre el umbral de 1.20 antes de este otoño, como muy temprano. La reunión del BCE de septiembre será determinante, ya que el BNS no se relajará en sus esfuerzos antes de que el BCE muestre un claro camino hacia la normalización de su política monetaria.