Subidas moderadas de las bolsas europeas desde la apertura.
La resaca del "superjueves" está siendo gestionada con ascensos, pese a que no está nada claro que tuviéramos buenas noticias de los tres factores con gran potencial de impacto en los mercados que convergieron ayer.
De un lado, Mario Draghi mantuvo un discurso mucho más dovish de lo esperado, rebajando las previsiones de inflación, subiendo moderadamente las de crecimiento, insistiendo en la necesidad de la política monetaria actual y en la duración de la misma.
Este discurso tenía una clara capacidad de perjudicar al sector bancario, el que más capacidad de tracción tiene sobre los demás sectores. Y lo cierto es que los bancos y el resto de sectores frenaron un poco su ascenso tras la declaración de Draghi, pero al rato, volvieron a subir en la misma medida que lo estaban haciendo durante la mañana.
Mención especial merece el Santander (MC:SAN), que con su fuerte subida del 5% en el día de ayer, deja claro que los inversores valoran positivamente la operación de compra de Popular, y su capacidad de generar valor a medio plazo.
En segundo lugar, por la noche conocimos el resultado de las elecciones británicas, confirmándose el peor escenario para el mercado: victoria ajustada de May, que pierde la mayoría absoluta, y que va a tener muchas dificultades para poder formar Gobierno. Sin embargo, las bolsas están pasando de puntillas por esta cuestión: tan sólo la caída de la libra está favoreciendo moderadamente al FTSE.
Y en tercer lugar: la comparecencia del ex presidente del FBI en la Comisión de Investigación del Senado sobre las filtraciones de Trump a Rusia fue menos perjudicial para los intereses del presidente americano que lo que se pudo llegar a temer. Comey se limitó a defenderse, y se limitó a decir que no tiene dudas de que Rusia interfirió en la campaña estadounidense, pero sin aportar ninguna prueba.
Esta era la cuestión que más podía haber dañado a las bolsas, y lo cierto es que no lo hizo.
Wall Street cerró con tímidos avances. El Dow Jones subió un 0,04%, el S&P500, un 0,03%, y el Nasdaq, un 0,39%.
En Asia, hemos tenido subidas de la Bolsa de Shanghái del 0,4%.
Se ha publicado un dato de IPC en China que ha quedado en lo esperado, saliendo en 1,5%.
Tenemos también un dato de superávit comercial de Alemania por debajo de las previsiones, saliendo en 19.800 cuando se esperaban 500 millones más, dada la clara subida de las importaciones y otro mal dato de la producción industrial en Francia.
Esta tarde en EE.UU. se publicarán los inventarios mayoristas a las 16:00.
El EUR/USD cotiza cerca de una figura por debajo de los niveles a los que estaba hace 24 horas (en 1,1180), fruto del discurso de ayer de Draghi.
En materias primas, el petróleo se sitúa claramente por debajo de 50 dólares.
En definitiva, nueva semana positiva para las bolsas. Las tres grandes citas de la semana no cambian absolutamente el escenario que teníamos planteado, y la fuerza de la tendencia alcista sigue vigente. Queda la cita de la Reserva Federal (Fed), en la que previsiblemente se subirán los tipos.
En estos momentos, solo el frente geopolítico parece capaz de llegar a inquietar a los inversores.