Continúa el movimiento lateral en los mercados de renta variable. La bolsa europea cierra una semana plana y la norteamericana se apunta ligeros avances. La caída del precio del petróleo durante la semana alentó las previsiones de menor inflación, favoreciendo a la deuda cuya rentabilidad exigida cayó durante la semana y castigó al sector financiero perjudicado por un posible retraso de la normalización monetaria, especialmente en Europa.
Por este motivo, y dado que el Ibex es un índice muy bancarizado, la bolsa española volvió a caer dejándose un 1,20% en la semana y marcando mínimos de dos meses. En Estados Unidos el S&P 500 se sostuvo avanzando un 0,21% en la semana. En el terreno de la renta fija, mejoría de valoraciones, como hemos comentado ante las previsiones de menor inflación.
Así, la deuda española a 10 años bajo su rentabilidad hasta el 1,372 % al final de la semana. El petróleo en mínimos de 7 meses recuperó posiciones el viernes y cerró en 45,75 dólares el barril de Brent. En el terreno de las divisas, el euro recuperó terreno respecto al dólar al final de la semana, marcando un cambio similar a la anterior de 1,1195 billetes verdes por euro.
Sin referencias importantes, los inversores centrarán su atención esta semana en el comportamiento del precio del petróleo y en las declaraciones de los presidentes de bancos centrales, que intervendrán en distintos actos públicos.
En ambos aspectos se mostrarán preocupados por intentar atisbar las futuras actuaciones en política monetaria de los bancos centrales, que se ha convertido en el principal catalizador de las reacciones de los mercados. Sobre todo en momentos como los actuales, sin referencias y a la espera de nuevos datos sobre resultados empresariales que no se conocerán hasta finales de julio. Una caída del precio de petróleo supone unas menores previsiones de inflación y como consecuencia un retraso en la normalización monetaria a ambos lados del Atlántico.
Tras la práctica desaparición del riesgo político en la primera parte del año como elemento desestabilizador de los mercados quizás sea el comportamiento del petróleo y las tensiones en Oriente Próximo lo que nos va preocupar en la segunda parte del año.
Ante esta situación, es razonable que exista un menor interés por el sector financiero, castigado también con noticias de rescates de bancos italianos y un mayor interés en valores defensivos con dividendo. Por lo tanto, no quiere decir que haya que reducir la exposición en renta variable de nuestras carteras, sino reorientarlas desde valores más cíclicos hacia valores más defensivos.
Hasta finales de julio es probable que no tengamos referencias que activen nuevamente una subida en los mercados, por lo que debemos tener paciencia y centrarnos en aprovechar los coletazos que puede estar dando la renta fija en nuestras carteras.
Una cartera bien diversificada y adaptada a nuestro perfil de inversor es capaz de rentabilizar esto momentos laterales en los mercados y aprovechar las oportunidades que existen en los distintos activos.
En el terreno de referencias macro, la semana vendrá marcada por los datos preliminares de inflación. Los de España se conocerán el jueves y los de la eurozona el viernes. En España se espera la inflación interanual baje al 1,6 % y en la Eurozona al 1,2 %. El lunes se publicará los pedidos duraderos en EE.UU. y hablará Mario Draghi. El martes la confianza del consumidor americano. También hablarán Janet Yellen en Londres y Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra.
El miércoles se conocerán las ventas minoristas en España. El jueves el comentado IPC preliminar de junio en España y el PIB definitivo del primer trimestre trimestre en EE.UU. El viernes el IPC preliminar de la zona euro, las ventas minoristas alemanas y el PIB de Reino Unido.