Los últimos datos publicados sobre inflación en Reino Unido muestran un nuevo aumento incluso por encima de las expectativas al colocarse en 4,2%, niveles que siguen siendo un problema y que chocan con la necesidad del Banco de Inglaterra antes de tomar decisiones en cuanto a la política monetaria, ya que han anunciado que primero necesitan ver una mayor estabilidad en lo que al empleo se refiere.
Mientras tanto, tras la volatilidad generada como consecuencia de los resultados, hemos podido observar que el precio sigue testeando un nivel de tendencia de gran importancia, correspondiente a la bajada que se ha estado formando desde el 28 de octubre. En ese contexto, seguimos manteniendo la necesidad de confirmar la posibilidad de que las ventas puedan volver a imponerse para entrar a la baja nuevamente. Para ello, es necesario que GBP/USD se consolide en temporalidad de H1 mínimos por debajo del soporte de 1,3402. En este caso, podríamos plantear nuevamente ventas con una proyección máxima ubicada en1,33, nivel psicológico de gran importancia.
Si esta señal no llega a darse, el precio nos estaría marcando un agotamiento de la bajada y empezaríamos a plantear la posibilidad de que pueda producirse algún tipo de retroceso en forma de corrección. Para ello necesitamos que se confirmen máximos por encima de 1,3476. Así, podríamos comenzar a plantear compras en forma de retroceso con un siguiente objetivo ubicado en 1,3569 y a largo plazo buscando apoyo en la proyección bajista más generalizada de la que he hablado en otras ocasiones.
