A menudo, en este apasionante mundo del trading, vamos tan rápido que olvidamos detalles a los que debiéramos prestarle algo más de atención.
Cuando sabemos que el trading es un juego de suma cero, con aquello de que uno necesita ganar porque otro pierde, solo nos quedamos con que queremos ganar y cuanto antes mejor. Pero al observar cuál es nuestro objetivo y cómo debemos llegar a él, perdemos nuestro rumbo previamente trazado.
Las personas que se acercan a esto de los mercados financieros por primera vez, se ilustran con lo que puede suponer para sus vidas lo que muchos anuncian y que casi todos hemos soñado en algún momento: libertad financiera, ingresos recurrentes, filosofía de vida, tiempo, vida cómoda…
Los que amamos la vela y el mar, sabemos que tan importante es preparar el barco o velero con el que navegaremos, como preparar el viaje que emprenderemos. Es cierto que hay que planificarlo todo, hacer una checklist exhaustiva, saber qué llevarse, a donde iremos, cuándo zarparemos, qué previsiones de tiempo tendremos en el viaje, cuánto tardaremos en llegar a buen puerto… Pero también es importante saber con quién navegaremos y cuánto tiempo estaremos navegando en el mejor de los casos.
Pero hay algo más importante que todo eso, y es que no hay ninguna prisa.
Qué manía tenemos todos en querer hacer las cosas rápidas y sin pausa alguna. Lo queremos todo para ya. No hay que tener prisa, la prisa es mala consejera.
Nos acercamos al trading y sabemos que tomaremos muchas operaciones y nos cuesta asumir que perderemos en la gran mayoría de ellas y sobre todo al principio, cuando somos unos auténticos noveles. Pensamos que ganaremos mucho y en poco tiempo, qué ilusos somos.
Hay un gran amigo mío, que me inculcó una filosofía del trading y es la que él llama “la tacita a tacita del café diario”. Son sabias palabras y excelente mantra que me repito una y otra vez cada día cuando estoy operando.
Hay una excelente afirmación que me atrevo a decir, y me permitirás compartirla, que es que todos queremos ganar dinero rápidamente y sin parada alguna. Lo que conseguimos es perder el dinero mucho más rápido y desde el precipicio. Haré otro símil: queremos subir al ático por el ascensor y sin parar, pero lo que realmente conseguimos es caer a la planta baja y por el agujero del ascensor.
El camino certero no existe en casi ninguna ocasión, pero para llegar a encontrarlo debemos hacerlo poco a poco, consolidar cosas, quemar etapas, seguir avanzando y aprendiendo.
Para esta actividad y en pro de conseguir la habilidad como trader, lo que realmente funciona y debiéramos tener siempre presente, es el estar centrado en ir avanzando con paso firme y convencimiento, poquito a poco y sin prisa.
Podría utilizar filosofía ZEN o hablar del tomar consciencia y conciencia del tiempo presente, pero me basta el afirmar desde el absoluto convencimiento de la experiencia propia, que el soñado “camino” existe y llegarás a él si así lo trabajas y así lo crees. Créelo y forjarás la realidad.
A toda vela quizás no, pero sí con toda la vela.
Necesitamos todos nuestros recursos y utilizarlos de forma inteligente para poder ser buenos traders y operar adecuadamente, pero no debiéramos tomar decisiones precipitadas y motivadas por el ansia de ganar dinero de forma rápida. Recuerda que lo más interesante es ir “tacita a tacita”, poco a poco, ir por la escalera andando y peldaño a peldaño. Si no lo hacemos así, la estadística si que tiene casi la certeza absoluta que perderemos todo y cayendo por el agujero del ascensor muy rápidamente.
Perdóname pero me bajo aquí, estoy a punto de atracar en el puerto y como te dije, debo centrarme en esto y sin prisa, yo ya no voy a toda vela pero si con toda la vela.
Que tengas buena travesía y recuerda en hacer una checklist de todo lo que necesites para emprender este apasionante viaje.