No parece que este mes de agosto vayamos a estar tan relajados como en otros años. Demasiados eventos macroeconómicos y sociopolíticos quedan pendientes a estas alturas lo suficientemente importantes como para retener en sus oficinas a los operadores de mercados bursátiles. Por un lado, la guerra de aranceles que Donald Trump tiene declarada a China y Europa. El yuan lleva en caída libre frente al dólar desde el mes de abril y el temor de que profundice aún más. La situación política de Italia que según publica la agencia Reuters en junio alcanzaba nuevo récord histórico cifrado en 464.653 millones de euros. Otra guerra comercial que se trae entre manos Mr. Trump es contra la Fed. Y no nos olvidemos que la amenaza de Pyongyang si se le sigue acorralando para la desnuclearización de Corea del Norte sigue estando vigente.
Tiempos complicados para aquellos inversores o traders que se hayan incorporado recientemente a los mercados o que estén viendo la posibilidad de iniciarse en este negocio. Tras la ausencia de volatilidad en años anteriores que dejaba que los índices subieran sus cotizaciones de forma predecible hace su presencia en el inicio del 2018 junto a todos estos macro eventos.
En Wall Street, en “The City” (la milla financiera de Londres y del mundo) y en realidad debe ser así en todos lados, se están preparando para recibir toda la información necesaria en sus teléfonos móviles y dejan retenes en las oficinas por lo que pudiera pasar. La pasada semana hablaba con un amigo que trabaja en un bróker con sede en Londres comentándome la preocupación por los fuertes movimientos que se puedan producir estas próximas semanas cogiéndolos desprevenidos. Y es que se teme que sea el mes de agosto con más volatilidad desde que iniciamos el siglo XXI.
Según opina en una entrevista Louis Gargour, director de inversiones de LNG Capital, y que recoge en un artículo Dani Burger de Bloomberg, "es invierno en los mercados, no te equivoques pensando que es verano", y continúa diciendo: "para muchos, los mercados impredecibles podrían arruinar los sueños de un verano flojo en la playa".
¿Y nosotros qué debemos hacer? ¿Qué podemos esperar que ocurra? En mi caso, me he preparado por si se producen estos hechos. Marcando todas las zonas relevantes de refugios anuales y soportes y resistencias del año 2018, buscando las zonas de entrada, especulando en los principales índices mundiales y en algunas acciones de compañías de EE.UU. Vigilar el VIX y compararlo a sus volúmenes de los últimos diez años. Normalmente, cuando se espera que ocurre algo no pasa nada. Pero… ¿Y si ocurre?