Un punto de inflexión para este collar de perlas

Durante los últimos días hubo un movimiento inusual en las acciones de Unilever (LON:ULVR) PLC. El martes 31 de mayo se operaron 22,7 millones de acciones en el mercado estadounidense, lo que es 5 veces más que el volumen medio.

El precio de las acciones se disparó un 10% en la misma jornada.



Todo indicaba que podía ser un punto de inflexión.

Estas acciones mantienen una tendencia bajista desde junio de 2021 y una suba de semejante magnitud llama la atención. La teoría dice que, cuando una acción sube y el volumen negociado es alto, existe un exceso de interés comprador, por lo que el precio de la acción debería seguir subiendo.

Más allá del chartismo, debemos entender qué es lo que sucede y por qué se dan este tipo de movimientos. A fin de cuentas, lo que determinará el interés (o no) en esta acción es el futuro del negocio.

Unilever PLC es una compañía de alta calidad.

Tiene un negocio consolidado y estable que puede desarrollarse bien en cualquier entorno económico. De hecho, lleva más de noventa años de liderazgo en la industria de consumo.

Unilever es una de esas compañías que fortaleció su posición dominante en la industria gracias a su continua política de adquisiciones desde 2010. Las fusiones y adquisiciones constituyen una de las estrategias más habituales para ganar tamaño y competitividad en el mercado.

Unilever ni siquiera se detuvo en 2020, en plena pandemia. La compañía llevó adelante tres adquisiciones para incrementar el valor de su marca.

A principios de este año, la nueva perla que intentó adquirir Unilever fue el brazo de consumo de la británica GlaxoSmithKline (LON:GSK) PLC. Tiene sentido si consideramos que GlaxoSmithKline tiene planes para reestructurar su negocio y hacer que este segmento cotice como una empresa separada. Aquí hay marcas ultra conocidas como Sensodyne, el suplemento vitamínico Emergen-C y el analgésico Panadol.

Unilever creía que era una gran apuesta estratégica para mejorar sus márgenes de beneficio, robustecer el crecimiento a futuro y mejorar su cuota de mercado. De hecho, ofreció más de USD 68.000 millones por el negocio de atención médica de GSK. La compra de Unilever podía llegar a ser una de las más grandes en el mercado de Londres y una de las más importantes a nivel mundial desde el comienzo de la pandemia.

Sin embargo, la oferta fue rechazada porque GSK cree que están infravalorando el negocio. Es la tercera vez que rechazó una oferta y obligaba a Unilever a pagar un precio más alto para conseguirlo. Sin embargo, la compañía ya abandonó sus planes de compra porque no están dispuestos a pagar un solo centavo más.

Considerando el escenario económico actual, fue lo mejor que le pudo haber pasado a Unilever.

Si la adquisición se llevaba adelante (considerando el precio ofrecido y no una mejor oferta), hubiese incrementado demasiado el endeudamiento de Unilever, llevando el múltiplo Deuda Total / EBITDA a más de 5 veces. Esto significa que la deuda podía llegar a quintuplicar las ganancias que la compañía obtiene antes de impuestos, intereses, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA).

Y la deuda no iba a ser el único problema para Unilever.

Si bien tiene una ventaja competitiva por sus intangibles (la marca), la inflación estaba ejerciendo presión en sus márgenes de beneficio. Su poder de fijación de precios le permitió contrarrestar el efecto durante el último trimestre, pero existe una gran incertidumbre sobre cómo continuará de aquí en adelante.

Algunos accionistas de la compañía le reprochaban al Directorio de Unilever no estar enfocados en esta nueva realidad que afecta al sector corporativo: la inflación. Como consecuencia, el pasado 30 de mayo de 2022 se nombró a Nelson Peltz como director ejecutivo.




Peltz es un inversor activista, esos que se sientan en la “silla grande” de las compañías para generar cambios profundos y dar un giro en el rumbo del negocio.

Peltz es reconocido por tener una gran reputación. Su experiencia exitosa en otras compañías del sector, generó optimismo en los accionistas de Unilever (aumentaron las compras y quedó reflejado en el volumen operado).

Cuando Peltz llevó adelante la reorganización estratégica de Procter & Gamble (NYSE:PG) (PG), la compañía se deshizo de marcas ineficientes y se concentró en las que le generaban mayo valor.

Eso le permitió, en los últimos años, transformarse en una compañía de mayor crecimiento, más rentable y más simple.

Puede que Unilever vaya por el mismo camino. Es un buen indicio, pero solo con los números en la mano podremos determinar lo que sucederá.

Hoy Unilever cotiza con una valoración de tan solo 17 veces beneficios. Esta compañía ya era atractiva antes. Ahora, con Peltz como director, mucho más.

Puedes elegir tu propia aventura, pero recuerda: al final, gana lo simple.