Tras dos días consecutivos de fuertes alzas, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses hicieron AYER un “alto en el camino”, con algunos inversores aprovechando las recientes revalorizaciones de muchos valores para realizar beneficios. No obstante, y a pesar de ello, los mencionados índices terminaron la sesión de forma mixta, sin grandes variaciones. De esta tónica generalizada se desmarcó ligeramente el Ibex-35, que en las últimas semanas ha sido uno de los índices que mejor se ha comportado, al cerrar la jornada con un descenso algo superior al del resto de índices europeos. En ello tuvo mucho que ver la caída de las acciones de los grandes bancos españoles, en especial la de las acciones del BBVA (MC:BBVA), cuya operación de compra del Sabadell (MC:SABE) (SAB) no fue del todo bien recibida por unos inversores que, por otra parte, premiaron con fuertes alzas las acciones de la entidad catalana.
Cabe señalar, no obstante, que a corto plazo el escenario macro se sigue complicando mucho tanto en Europa como en EE.UU., como consecuencia de la pandemia y de las medidas que están adoptando los distintos gobiernos para combatirla. Así, los políticos siguen apostando por los confinamientos masivos de ciudadanos y por el cierre de algunas actividades empresariales y, además, ya hay Gobiernos como el británico, el francés o el alemán que han anunciado la prolongación en el tiempo de las medidas de este tipo ya en vigor-. Todo ello, como AYER reconocieron tanto la presidenta del BCE, Lagarde, como el presidente de la Reserva Federal (Fed), Powell, en sendas conferencias, va a tener un impacto importante y muy negativo en la marcha de las economías europeas y estadounidense, retrasando la recuperación de las mismas. Es por ello que ambos se comprometieron a seguir apoyando las economías de sus respectivas regiones, siendo muy probable que en las próximas semanas se anuncien nuevas medidas de política monetaria no convencional. De hecho, eso es lo que descuentan en gran medida los mercados financieros europeos y estadounidenses.
Por otro lado, señalar que AYER se dieron a conocer dos noticias de corte político de gran relevancia en Europa: i) en lo que hace referencia al brexit, todo parece indicar que se llegará a un acuerdo, probablemente a principios de la semana que viene; y, tal y como se temía, ii) los gobiernos de Hungría y Polonia han bloqueado la aprobación del presupuesto de la Unión Europea (UE) al rechazar la cláusula que vincula la financiación con el cumplimiento del estado de derecho en el bloque, lo que, probablemente, provoque un retraso en el reparto de los fondos de emergencia para combatir el impacto que la crisis sanitaria ha provocado en muchos países de la Zona Euro, fondos con los que gobiernos como el español cuentan para intentar cuadrar sus cuentas del año 2021. No sabemos cómo evolucionará esta nueva crisis política en el seno de la Unión Europea (UE) pero, de no tener un “final feliz”, podría retrasar la recuperación de las economías más penalizadas por la pandemia. De momento no parece que ninguno de estos dos factores esté impactando para bien, en el primer caso, o para mal, en el segundo, en la marcha de las bolsas europeas, pero es cuestión de tiempo que lo hagan.
HOY esperamos que la negativa evolución de la pandemia en casi todo el mundo desarrollado y el seguro impacto que va a tener a corto plazo en la recuperación económica pese en el ánimo de los inversores, provocando una apertura ligeramente bajista de las bolsas europeas. No obstante, y siendo factible que, tras las recientes alzas que han experimentado las bolsas occidentales en las últimas semanas, especialmente las europeas, estos mercados sufran algunos recortes, producto de las tomas de beneficios, seguimos pensando que es muy poco probable que se produzca una nueva corrección en los mismos, al menos en el corto plazo. En este sentido, señalar que estamos convencidos de que el flujo de noticias sobre el desarrollo y comercialización de vacunas contra el Covid-19; el más que probable acuerdo para un brexit ordenado; la inyección al sistema de volúmenes ingentes de liquidez por parte de los bancos centrales; y la aprobación en EE.UU. de un nuevo plan masivo de ayudas fiscales para los afectados por la pandemia, que llegará antes o después, ejercerán como soportes de los mercados de valores y, probablemente, como catalizadores de nuevas alzas en los mismos de aquí a finales de año. Así, y por el momento, los inversores parecen dispuestos a obviar la situación actual, que es muy negativa, para centrarse en el futuro, que se presenta, vacunas de por medio, mucho más favorable.