En el estricto corto plazo, observamos como el dólar parece tomarse un respiro en su escalada alcista frente al yen, y nos dibuja una figura con implicaciones bajistas, en caso de aguantar la resistencia de los 83.81 yenes. Si se confirma el giro por velas japonesas, es razonable pensar que podamos tener un movimiento de cortos con objetivos sobre 83.50 yenes. Cuidado porque el movimiento es contratendencial y de corto plazo: si rompe los 83.81, solo la resistencia de los 84.15 le separa del objetivo real del cruce: 85 yenes per dollar.