"Estamos tan ansiosos de buscar una vacuna inmediata contra la pandemia, que caemos en todas las trampas que nos hacen. Unas veces, queriendo y otras, sin pretenderlo. En cualquier caso, los Reguladores no toman cartas en el asunto con decisión. El penúltimo ejemplo, vía Tomeu Ramón@TomeuRamon: Cronología de una EMPAPELADA. Lunes: Moderna anuncia buenos resultados de las pruebas médicas de su vacuna contra el Covid-19. +20%. El mismo día anuncia ampliación de capital aprovechando la subida. El lunes anuncian que las pruebas no funcionaron del todo bien. -10%. Hay muchos vendehúmos, sacaperras alrededor de los mercados financieros y, en mayor cuantía, fuera de los que no están regulados. Según la RAE "vender humo" implica: 'Tratar de convencer con palabras o argumentos carentes de sentido' y luego, el tradicional cuentista, el que gusta de exagerar en las historias que cuenta. ¿Vende motos? En lenguaje coloquial es un estafador, en línea con los conceptos anteriores. Un sacaperras es un negocio o persona, que por medio de engaños saca dinero a la gente. No es una denuncia contra las empresas, que se esfuerzan en encontrar una vacuna, sino en determinados agitadores, que las rodean. Por eso, conviene que todos frenemos nuestros impulsos. Ahora, una mirada al pasado, a un acontecimiento, que sucedió hace diez años", me dice J.L. M. analista financiero:
Tomeu Ramón@TomeuRamon
"En uno de mis viajes a Florencia (Italia) conocí a un lugareño. Ganó muchos euros vendiendo en su tenderete frascos pequeños que contenían aire de las colinas próximas a Florencia, aire puro de La Toscana. Un año antes, alguien puso en marcha la misma idea, aunque no recuerdo la procedencia del aire que jaleaba el vendedor a 3 euros el tarrito. Recuerdo, no obstante, que hubo muchos compradores".
"El vendehúmos es aquella persona que ostenta o simula valimiento o privanza, para vender con estos su favor a los pretendientes. La definición del Diccionario de la Lengua de España hay que asumirla al pie de la letra, porque hay otras especies en los mercados, también en muchas áreas de la vida social, política y económica, que se parecen a los vendehúmos, pero no son tales. Se trataría, por ejemplo, de los que hacen favores por la cara, de los correveidiles o de los expertos en lobby, en influir. O sea, el vendehúmos vende aire".
"Lo curioso es que muchos compran frascos enteros, que vendidos como esencias de alto valor solo contiene aire. En la Bolsa he hablado con muchos vendehúmos. Uno se pregunta el porqué de tanta argucia y engaño. En los salones de operaciones de algunas grandes entidades no hay día en que no se te acerque alguien y te susurre al oído que conoce al primo del cuñado de don Fulano y que este don Fulano es un gran actor en la Bolsa. Y bla bla bla...".