Tras un inicio de sesión sin rumbo fijo, los principales índices europeos giraron a la baja, lastrados durante las últimas horas de la sesión por el comportamiento de Wall Street, mercado en el que parece que ayer funcionó la premisa de “comprar con el rumor y vender con la noticia” una vez que la aprobación por parte del Congreso estadounidense de la nueva ley tributaria fue dada por hecha por los inversores. En este sentido, señalar que tanto la Casa de Representantes (cámara baja del Congreso) y como el Senado (cámara alta) aprobaron el proyecto de ley unificado, aunque la Casa deberá repetir hoy por la mañana la votación por temas procedimentales. A continuación, la ley será enviada al presidente Trump para que la sancione, entrando en vigor a partir del mes de enero (los asalariados comenzarán a notarlo a partir de febrero en sus nóminas).
Así, y sin motivo aparente, los inversores optaron ayer por realizar beneficios en sus posiciones de renta variable, al igual que lo hicieron en las de renta fija, en una sesión muy negativa para este tipo de activos, los cuales sufrieron descensos tanto en los mercados europeos como estadounidenses, lo que conllevó importantes alzas en sus rentabilidades. En Europa destacó el mejor comportamiento de la deuda periférica, con la consiguiente reducción de las primas de riesgo de estos países.
Por lo demás, comentar que en las bolsas europeas fueron los valores de los sectores de las utilidades y de las materias primas, concretamente las grandes compañías mineras (entre las metalúrgicas el comportamiento fue mixto) los que peor se comportaron, presionados los primeros por el repunte de las rentabilidades de los bonos y los segundos por las caídas de los precios de los metales.
En Wall Street, por su parte, los valores defensivos como las utilidades y las telecos, así como los del sector inmobiliario patrimonialista, todos ellos penalizados por las mayores rentabilidades de los bonos, fueron los que peor lo hicieron. En este mercado el sector tecnológico también se convirtió en un lastre, especialmente por la caída de las acciones de Apple (NASDAQ:AAPL) (-1,1% al cierre de la sesión), penalizada por la revisión a la baja que de su recomendación sobre el valor hizo una importante casa de análisis.
Señalar que no damos ninguna importancia a la caída de ayer de las bolsas, especialmente de la estadounidense, cuyos principales índices habían marcado nuevos máximos históricos el día precedente. En el plan anecdótico, señalar que el Dow Jones ha alcanzado 70 nuevos máximos históricos en 2017, algo que no había logrado nunca en toda su historia.
En este sentido, decir que hoy esperamos que las caídas de ayer se reviertan cuando abran esta mañana las bolsas europeas. Es posible, que no seguro, que la bolsa española se quede algo rezagada, con los inversores pendientes de las elecciones autonómicas catalanas que se celebran mañana, y de las que no esperamos nada bueno, ya que si los secesionistas alcanzan la mayoría absoluta volverá la tensión a la región, mientras que si no hay un ganador claro la formación de gobierno será realmente compleja, no siendo descartable la celebración de nuevas elecciones con lo que ello conlleva de incertidumbre.
Por lo demás, señalar que en la agenda macro destaca la publicación del índice de precios de la producción (IPP) del mes de noviembre en Alemania y las ventas de viviendas de segunda mano del mismo mes en EEUU. No esperamos que ninguna de estas cifras vaya a tener impacto en el comportamiento de las bolsas.
Por último, recomendar estar atentos por si continúa la corrección de los bonos, ya que, de ser así, los valores de corte defensivo, los que ofrecen como mayor atractivo su elevada rentabilidad por dividendo y que ejercen como proxys de los bonos, serán penalizados en las bolsas.