Con la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) como “excusa”, AYER los inversores optaron por la realización de beneficios en las bolsas europeas, lo que provocó que los principales índices cerraran el día con sensibles recortes. Tal y como adelantamos que podría suceder, fueron los sectores de corte más cíclico los que peor comportamiento tuvieron durante la jornada, liderados por las fuertes caídas de los valores del sector del automóvil, tras la sustancial revisión a la baja de sus estimaciones de resultados para 2019 que anunció AYER la firma BMW (DE:BMWG). La compañía justificó este hecho por unas mayores inversiones y por el incremento de coste relacionados por una regulación más estricta. Además, señaló otros factores como el impacto de los tipos de cambio, los mayores precios de las materias primas y las incertidumbres que vienen afectando al comercio internacional. Las acciones de BMW cedieron al cierre el 4,5%, arrastrando a su vez a la mayoría de los valores del sector. El Dax alemán, en el que el sector tiene un elevado peso, fue uno de los índices que peor comportamiento mostró durante toda la jornada, presionado a su vez por la fuerte caída de Bayer (DE:BAYGN) (-11%), tras conocerse que un juzgado de San Francisco había considerado demostrado que uno de los herbicidas de su filial Monsanto (NYSE:MON) había provocado cáncer a una persona.
Además, otros sectores como el de las materias primas minerales o el bancario sufrieron las ventas de los inversores, con los de corte más defensivo como las utilidades, alimentación y comunicaciones ejerciendo de refugio temporal.
Cabe destacar, además, que las noticias que llegaron desde el Reino Unido en relación al proceso del Brexit no fueron nada positivas. Así, la primera ministra británica, Theresa May, en un nuevo giro inexplicable se limitó a solicitar a la UE un aplazamiento de la fecha del Brexit hasta el 30 de junio, no pidiendo la posibilidad de una extensión más larga en el caso de que su plan no pueda ser aprobado por el Parlamento británico en los términos actuales. Si hasta hace unos días la posibilidad de un Brexit duro parecía totalmente descartada, la decisión de May lo vuelve a poner en el “tablero de juego” puesto que la primera ministra ya no puede amenazar a los euroescépticos de su partido con el retraso del brexit o con un 'no Brexit' si no votan su plan de salida, siendo las únicas alternativas su plan o una salida desordenada, algo que a los brexistas les preocupa muy poco, como vienen demostrando. May se la juega, por tanto, todo a una carta mientras que desde la UE no dan crédito a las innumerables piruetas políticas que viene realizando en los últimos meses la premier británica. El resultado de todo ello fue la fuerte caída que experimentó AYER la libra esterlina, activo que, como hemos venido señalando, es el principal termómetro para medir la percepción de riesgo que otorgan los mercados al proceso del Brexit. Malas noticias para la renta variable de la región, ya que la incertidumbre vuelve a elevarse, algo que no suele gustar a los inversores.
Por su parte, la sesión de Wall Street fue bastante movida, con dos factores condicionando durante la misma el comportamiento de la renta variable. Así, poco después de iniciarse la jornada los inversores debieron digerir unas nuevas declaraciones del presidente Trump, en las que amenazaba con mantener durante mucho tiempo las tarifas a muchas importaciones chinas para asegurarse que este país acata los acuerdos comerciales que se están negociando, declaraciones que no creemos que hayan hecho mucha gracia al Gobierno chino. No obstante, Trump también dijo que las negociaciones se estaban desarrollando positivamente, lo que parece algo contradictorio. Si estas declaraciones enfriaron algo el ambiente en los mercados, fue finalmente la Reserva Federal (Fed) la que terminó por darle la puntilla.
Si bien el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) cumplió en gran medida con lo esperado por los inversores, i) manteniendo sus tipos de interés de referencia a los niveles actuales; ii) reduciendo de dos a cero las posibles alzas de tipos en 2019; ii) presentando un calendario definido para la reducción de su balance; y iv) reduciendo sus expectativas de crecimiento económico para 2019 -para más detalle, ver sección de Economía y Mercados-, el tono algo más pesimista de lo esperado provocó que la primera reacción alcista de las bolsas durase poco tiempo, perdiendo los índices en la última hora de contratación todo lo ganado anteriormente. Así, tanto el Dow Jones como el S&P 500 cerraron a la baja, mientras que el Nasdaq Composite logró terminar con un ligero avance. Este tono más pesimista de lo esperado en relación a la evolución de la economía estadounidense provocó además una fuerte subida de los bonos del Tesoro, lo que situó la rentabilidad del bono 10 años a su nivel más bajo desde enero de 2018. El dólar, a su vez, también experimentó una sensible caída. Por sectores, el más penalizado fue el bancario, que recibió con caídas la fuerte reducción de las rentabilidades de los bonos. En sentido contrario, los sectores de las comunicaciones y de la energía fueron los que mejor se comportaron, el último de ellos impulsado por el nuevo repunte del precio del crudo, tras publicarse en EE.UU. una caída muy superior de lo esperado de los inventarios de petróleo, gasolinas y productos derivados.
HOY esperamos una apertura sin rumbo fijo en las bolsas europeas, con los inversores procesando tanto la “actuación” de la Fed, como las mencionadas declaraciones de AYER del presidente estadounidense Trump sobre las negociaciones comerciales con China, así como el caos definitivo en el que May ha convertido el proceso del Brexit. En ese sentido, destacar que HOY comienza en Bruselas la reunión de dos días que mantendrán los líderes de la UE y en el que el Brexit se convertirá en el protagonista principal del mismo con May intentando explicar sus últimos movimientos. Este tema, que parecía “bajo control” hace sólo unos días, vuelve a convertirse en un factor de riesgo para los mercados de la región, por lo que habrá que seguirlo muy de cerca.
Por lo demás, señalar que en la agenda macro del día destaca la publicación en el Reino Unido de las ventas minoristas de febrero, en la Zona Euro de la lectura preliminar de marzo del índice de confianza de los consumidores, y en EE.UU. de los datos de desempleo semanal y del índice de indicadores adelantados de febrero. No obstante, la cita más relevante es la que celebra el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE), no porque vaya a modificar los parámetros principales de su política monetaria, que no lo va a hacer, sino por lo que pueda comentar sobre el Brexit y el impacto del mismo en la economía británica.