Los principales índices de los mercados de valores europeos y estadounidenses continuaron ayer subiendo, apoyados en el buen comportamiento del sector bancario, que es uno de los más beneficiados en un futuro escenario de tipos de interés al alza. En Europa, este sector se está viendo favorecido por las intenciones manifiestas del nuevo Gobierno italiano de apoyar sin cortapisas a sus entidades más débiles.
En este sentido, señalar que la decisión del Consejo de Administración de Banca Monte dei Paschi di Siena (MI:BMPS) de seguir adelante con la ampliación de capital que por EUR 5.000 millones necesita para cumplir con la exigencias del Banco Central Europeo (BCE) fue muy bien acogida por los inversores en los mercados europeos.
Pero, además del sector bancario, ayer el gran protagonista de la sesión fue el dólar estadounidense. Como dijimos ayer, la decisión de la Reserva Federal (Fed) de subir sus tipos de interés de referencia a corto plazo en 25 puntos básicos estaba ya descontada por los mercados.
Lo que no lo estaba tanto era el hecho de que ahora los miembros de la Fed esperan tres subidas de tipos en 2017 que, por lo que dijo la presidenta del banco central estadounidense, Janet Yellen, y por cómo lo dijo –mostró el mayor optimismo sobre la evolución de la economía estadounidense en mucho tiempo- podrían llegar a ser más.
Así parece que lo han interpretado los inversores, lo que provocó que ayer la divisa estadounidense marcara su nivel máximo en 14 años respecto a una cesta del resto de principales divisas mundiales. Este movimiento del dólar, que llegó a situarse muy cerca del nivel de 1,04 dólares por euro en un momento puntual de la sesión, tuvo un impacto directo en el comportamiento de varios sectores en las bolsas europeas.
Así, la correlación inversa que mantiene la divisa estadounidense con los precios de muchas materias primas provocó ayer la caída de éstos (oro, plata, petróleo, etc.) lo que lastró el comportamiento en bolsa de las compañías ligadas a estos productos, como las mineras o las relacionadas con los metales. Por el contrario, sectores exportadores como el del automóvil salieron ayer muy fortalecidos en la sesión.
En la bolsa española valores con una elevada exposición al dólar estadounidense como las farmacéuticas Almirall (MC:ALM) y Grifols (MC:GRLS) (GRF) o las industriales Ence (MC:ENC) y Viscofán (MC:VIS) también tuvieron un buen comportamiento.
Por otro lado, y en lo que hace referencia a Wall Street, lo más significativo, por su componente anecdótico y psicológico, es el hecho de que el Dow Jones se quedó ayer a “un tiro de piedra” del nivel de los 20.000 puntos tras volver a cerrar en máximos históricos, apoyándose en el buen comportamiento de los grandes valores del sector financiero como Goldman Sachs (NYSE:GS) (+1,3%) o JP Morgan (NYSE:JPM) (+1,5). Habrá que estar muy atentos a ver qué es lo que ocurre en este mercado si el Dow Jones llega a tocar los 20.000 puntos en el corto plazo.
Por último, y en lo que hace referencia a la sesión de hoy, destacar que en la agenda macroeconómica destaca la publicación del dato final de inflación en la zona euro, correspondiente al mes de noviembre y, por la tarde en EE.UU. la de la cifra de viviendas iniciadas y permisos de construcción, del mismo mes. Por lo demás, lo más relevante de la última sesión de la semana es que es día de cuádruple vencimiento de derivados, lo que siempre incrementa los volúmenes de contratación y la volatilidad en los mercados de contado.
Por lo demás, la ligera debilidad que está mostrando el dólar esta madrugada, corrigiendo parte de los excesos de ayer, dará un respiro a los precios de las materias primas, entre ellos a los del crudo, lo que puede beneficiar al comportamiento en bolsa de los valores relacionados con este tipo de productos, que ayer tuvieron “un mal día”.