Sesión de más a menos en Europa, que tras una apertura en positiva, se ha adentrado en números rojos, aunque moderados.
Wall Street cerró el pasado viernes en signo mixto y con muy escasos movimientos, pero eso sí, y de forma muy destacada, con Wall Street en máximos históricos, lo que sin duda resulta un factor alcista global de máxima envergadura.
Los miedos extremos a los efectos del Brexit han quedado atrás, diluidos en una suerte de incertidumbres y de plazos largos de ejecución, que han reducido la fortísima aversión al riesgo que mostraron los inversores a finales del mes de junio.
Además, la promesa virtual de mayor laxitud monetaria por parte de los bancos centrales a raíz del Brexit ha sido también un factor positivo. Las expectativas con la Fed apuntan en estos momentos a una única subida de tipos de interés este año, mientras que se espera que el Banco de Inglaterra reduzca sus tipos de interés en la próxima reunión de agosto, y que tal vez, eleve su programa de compras.
Todo esto se resume en que la libra recupera desde el 7 de julio, cerca de un 3% en su cambio frente al dólar, tras haber caído anteriormente más de un 13% desde la fecha del referéndum. Algo similar ocurre en el tipo de cambio de la libra frente al euro.
Otro frente de preocupación que están teniendo los mercados este verano es un repunte del clásico temor al sistema bancario europeo, particularmente, al italiano, siendo cada vez más visibles las necesidades de capital de los bancos italianos, lo que ha llevado a habar incluso de rescate europeo. Pero la permanente presencia de este factor como atemorizador del mercado le resta cierta carga de dramatismo.
En el lado positivo, tenemos el dato de empleo de EE.UU. relativo al mes de junio que conocimos hace un par de semanas, y que quedó muy por encima de lo esperado, llevando al traste la hipótesis de que la economía americana se estaba debilitando mucho, a raíz del muy precario dato de empleo de mayo.
El buen comportamiento de la Bolsa Japonesa, espoleada por motivos políticos y por la depreciación del Yen (fruto de la menor aversión al riesgo del mercado), es otra de las razones que han impulsado a las Bolsas europeas desde mínimos. Hoy el Nikkei permanece cerrado por ser festivo.
También se aprecia una disminución en el interés de los activos refugios con la subida de la rentabilidad de la deuda alemana, la caída del Oro, que pierde más de un 3,5% desde el lunes pasado.
Así pues, amortizado ya en el cortísimo plazo el enorme susto ocasionado por el Brexit (que se cobró la peor sesión de la historia de la bolsa europea el viernes 24 de junio), y con Wall Street mostrando su habitual fortaleza implacable, el presente parece sonreír a la europea.
El Dax alemán cotiza por encima de los 10.000 puntos, aunque sin demasiada firmeza. La no pérdida de este nivel debería llevarle a probar los niveles previos al Brexit, en las cercanías de los 10.400 puntos.
Hoy el sector tecnológico tiene un muy buen día, tras conocerse la oferta del japonés Softbank (T:9984) pro ARM (LON:ARM), proveedor de microchips de Apple (NASDAQ:AAPL), aprovechando la caída de la libra para hacerse con la compañía británica.
En datos macro, hemos conocido que la vivienda en China ha subido en junio un 7,3% en cifras interanuales.
Esta tarde en EE.UU. tendremos el índice NAHB a las 16:00, además de los resultados de Yahoo! (NASDAQ:YHOO), Bank of America (NYSE:BAC), IBM (NYSE:IBM) y Netflix (NASDAQ:NFLX).
El petróleo permanece estable en el entorno de los 48 dólares.