Este artículo se publicó en inglés el día 18 de abril de 2017
El director ejecutivo de Saudi Aramco, Amin Nasser, compareció el viernes en un evento en Nueva York y afirmó que el mercado del petróleo está "cerca del reequilibrio entre la oferta y la demanda”. Mencionó los dos indicadores clave de ello: el aumento de la demanda (en una escala de 4,5-5 millones de barriles al día) y la "ligera" disminución de las reservas globales y el almacenamiento flotante. Según Nasser, estos signos indican que el mercado se está ajustando y que la oferta y la demanda se están acercando.
¿Significa esto que contemplamos que el barril de petróleo ascienda a 70 USD en un futuro cercano? ¿Podría el precio volver a situarse en 100 USD por barril a finales de 2017? No tan rápido.
Nasser ha pasado mucho tiempo discutiendo acerca de cómo ven en Aramco los ciclos de tiempo y de negocio. Como se daría cuenta cualquier observador a largo plazo de la política petrolera saudí, los planes y estrategias de Arabia Saudí se basan en planes de largo alcance. Tienen en cuenta lo que beneficiará a la empresa, a la familia real y al país durante décadas y generaciones por venir. “Todo [lo que hace Aramco] se basa en el largo plazo”, afirmaba.
El moderador del evento que tuvo lugar en Nueva York, el famoso historiador del petróleo Daniel Yergin, parecía sorprendido como siempre por la filosofía de negocio de Aramco. “Es como si vieras el mundo de una forma completamente distinta”, le dijo a Nasser, a lo que éste respondió: "Siempre miramos a largo plazo... invertimos siempre en base al largo plazo. Por eso nuestro coste por barril es el más bajo del mundo”.
Cuando el principal productor de petróleo del mundo habla, siempre es importante escuchar. El mercado no estaba abierto cuando ofreció estas declaraciones con motivo del Viernes Santo. Los inversores serios probablemente prestaron atención. Sin embargo, lo que dijo Nasser ofrece poco con lo que guiarnos a la hora de operar. Básicamente, su postura es que Aramco ve una futura estabilización del mercado y opera en base a ese convencimiento. Sin embargo, sus declaraciones no proporcionan ningún indicio útil de cuándo subirán los precios del petróleo.
Respecto a otras noticias relacionadas con la energía, a los legisladores estadounidenses les preocupa el inusual y misterioso acuerdo entre la compañía nacional de petróleo de Venezuela, Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Rosneft (MCX:ROSN) de Rusia. Al parecer, PDVSA ha puesto el 49,9% de las acciones de Citgo como garantía para un préstamo recibido de Rosneft.
PDVSA está actualmente en peligro de impago. Rosneft podría asumir la titularidad de esas acciones en la empresa de refinación y distribución petrolera Citgo, propiedad de Venezuela pero situada en Estados Unidos. Esto podría ayudar a Rosneft a hacerse un hueco importante en las actividades descendentes de Estados Unidos, aunque eso probablemente tendría poco o ningún impacto en la producción.