El oro sigue respetando el camino trazado durante las últimas semanas. La corrección obligada tras la intensa caída post-elecciones de EE.UU. parece haber tocado su fin y quizá es el momento de volver a plantearse posiciones bajistas que retomen la tendencia principal del activo.
Si nos equivocásemos y aún le quedase recorrido a la corrección, el stop estaría tan cerca que la pérdida quedaría muy acotada mientras que el potencial beneficio es suficientemente atractivo como para justificar la operación. Un primer objetivo en el soporte de los 1.120 dólares y un segundo objetivo más ambicioso en el de los 1.050 dólares completan una estructura a la que merece la pena dedicarle algo de atención.