Por David Milliken y Andy Bruce
LONDRES, 15 dic (Reuters) - La inflación de los precios al consumidor británicos se disparó a una tasa anual del 5,1% en noviembre, su mayor nivel desde septiembre de 2011, frente al 4,2% de octubre, según mostraron las cifras oficiales el miércoles, en una noticia que probablemente perturbe al Banco de Inglaterra.
El dato superó todas las previsiones de un sondeo de Reuters entre economistas, que habían previsto de media que la inflación subiera al 4,7%.
El Fondo Monetario Internacional predijo el martes que la inflación británica se situaría en torno al 5,5% en el segundo trimestre del próximo año —su nivel más alto en 30 años— y advirtió al Banco de Inglaterra que no sucumbiera al "sesgo de inacción".
El Banco de Inglaterra ha dicho que es casi seguro que los tipos de interés tendrán que subir para reducir la inflación, pero el mes pasado se abstuvo de tomar una decisión ampliamente esperada debido a la incertidumbre sobre el impacto del fin del programa de recortes de empleo del Gobierno.
La mayoría de los economistas no esperan que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés el jueves tras su reunión de diciembre, debido a la magnitud desconocida de la amenaza que supone el rápido aumento de los casos de la variante ómicron del coronavirus.
A nivel mundial, la inflación ha aumentado mucho más rápido de lo que los economistas esperaban este año, debido al aumento de los precios de la energía y a los cuellos de botella en la cadena de suministro relacionados con el COVID. En Reino Unido, las barreras comerciales y migratorias tras el Brexit también han causado problemas.
Los datos del miércoles mostraron que el IPC subyacente, que excluye los precios más volátiles de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, subió al 4,0% desde el 3,4% de octubre, dijo la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés), por encima de todas las previsiones de los economistas y el más alto desde 1992.
La medida de la inflación de los precios al por menor, que según la ONS ya no es exacta, pero que se sigue utilizando para los bonos del Estado ligados a la inflación y la negociación salarial, subió al 7,1% desde el 6,0%, su máximo desde marzo de 1991.
(Reporte de David Milliken y Andy Bruce; traducción de Flora Gómez)