Teresa de Miguel
Nueva York, 12 sep (EFE).- Wall Street no se contentó hoy con la luz verde del Tribunal Constitucional alemán al fondo permanente de rescate (MEDE) europeo y prefirió esperar a conocer mañana las conclusiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que podría lanzar nuevas medidas para estimular la economía.
Por ello el Dow Jones de Industriales, el índice de referencia del parqué neoyorquino, terminó esta tercera jornada de la semana con un mínimo avance del 0,07 % ó 9,99 puntos hasta cerrar en las 13.333,35 unidades, que en cualquier caso supone de nuevo su mayor nivel de cierre desde diciembre de 2007.
Algo más pronunciadas fueron las ganancias de los otros dos principales indicadores del parqué neoyorquino, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que se revalorizaron el 0,21 y el 0,32 %, respectivamente.
El Nasdaq se vio animado por el impulso final con el que terminaron las acciones del gigante tecnológico Apple, que desveló la esperada última generación de su teléfono inteligente, el iPhone 5, que Tim Cook presentó como un modelo más rápido, fino, ligero y con una batería más duradera que su predecesor.
La firma de Silicon Valley, que hace tan solo cinco años lanzó un primer iPhone con el que revolucionó el mercado de la telefonía móvil, se debatió entre los avances y los retrocesos tras el lanzamiento, pero finalmente logró encauzar la jornada y cerrar con una subida del 1,39 %.
No logró emular esa tendencia el conjunto del mercado neoyorquino, que se fue desinflando a medida que fueron avanzando las horas pese a haberse dejado llevar por las compras en el arranque de la sesión gracias al fallo favorable del Tribunal Constitucional alemán sobre el MEDE europeo.
La sentencia, que afirma que la contribución alemana a la herramienta financiera es constitucional siempre que se cumplan los techos de garantías y se consulte convenientemente al Parlamento, permite en la práctica la entrada en funcionamiento de un fondo que ya había sido aprobado por los otros socios de la eurozona.
Pero ésa no fue la única noticia trascendental que llegó este jueves desde el otro lado del Atlántico, puesto que la Comisión Europea otorgó plenos poderes al Banco Central Europeo (BCE) para actuar como supervisor bancario de todos los bancos de la zona euro, un primer paso crucial hacia la unión bancaria.
Por si no fuera poco, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dejó abierta la puerta a una posible petición de ayuda a sus socios europeos, aunque la supeditó a la evolución de la prima de riesgo, que gracias al aval del Constitucional alemán al MEDE se relajó hoy hasta quedar a su nivel más bajo desde abril.
Ese fallo también propició un cierre mayoritariamente alcista en las bolsas europeas, donde Milán ganó el 1,19 %, Madrid el 0,78 % y Fráncfort el 0,46 %, aunque Londres se desmarcó de esa tendencia y bajó el 0,17 %.
Igualmente habían cerrado con ganancias, e incluso más pronunciadas, las principales bolsas asiáticas (Hong Kong avanzó el 1,1 %) después de que China anunciara que cumplirá con su objetivo de crecimiento previsto para este año.
Pero ninguna de esas noticias, ni los datos macroeconómicos mejores de lo previsto en Estados Unidos (como el avance del 0,7 % de los inventarios mayoristas en julio) consiguieron convencer a los inversores neoyorquinos de volcarse un día más por las compras, poseídos ahora por la cautela y el compás de espera.
Y es que esta sesión arrancó la muy esperada reunión sobre política monetaria de la Reserva Federal, que concluirá mañana con una conferencia de su presidente, Ben Bernanke, en la que se espera que anuncie un tercer programa de compra masiva de bonos del Tesoro para estimular la economía.
Las expectativas de que la Fed vuelva a inyectar dinero en los mercados llevan labrándose desde la intervención de Bernanke en Jackson Hole, cuando reiteró su disposición a emprender medidas no convencionales cuando sea necesario. Ahora sólo queda por ver si, a sus ojos, Estados Unidos se encuentra ya en ese momento. EFE