Sídney (Australia) 20 nov (EFE).- La compañía australiana de minería, Lynas, anunció hoy que iniciará en diciembre la actividad en la controvertida planta de metales raros en Malasia, a pesar de la oposición de activistas malasios, informaron medios locales.
El presidente ejecutivo de Lynas, Nicholas Curtis, dijo que la planta llegará a la máxima capacidad de producción a mitad de 2013, durante la junta general de accionistas en Sídney, una semana después de que un tribunal malasio levantará la suspensión cautelar de la licencia.
La suspensión fue impuesta en septiembre, días después de que el Gobierno malasio concediera el permiso, a raíz de una demanda de los vecinos, que rechazan el proyecto por la gestión de residuos radiactivos que implica.
Curtis aseguró que la planta malasia, que procesará unos minerales esenciales en la fabricación de nuevas tecnologías, reúne todos los requisitos medioambientales, y atribuyó la oposición al proyecto a razones políticas.
"La oposición es política, no por razones medioambientales", dijo Curtis, según el periódico Sydney Morning Herald.
Varios activistas malasios se concentraron ante el hotel donde se celebró la junta de Lynas, en la que protestaron contra la planta cantando consignas como "no queremos vuestros residuos tóxicos".
En los últimos años se han disparado los precios de estos materiales cuyas propiedades magnéticas se han vuelto imprescindibles en la fabricación de productos electrónicos y de las nuevas tecnologías como ordenadores, pantallas planas, vehículos híbridos, turbinas eólicas, superconductores o fibra óptica.
Entre estos 15 minerales se encuentran el disprosio, el terbio, el tulio, el lutecio, el lantano, el cerio y el itrio.
Lynas ha invertido 100 millones de dólares en los últimos diez años para explotar el yacimiento situado en Mount Weld, en Australia Occidental, considerado uno de los más ricos del mundo en estos materiales y cuya producción se estima en unos 20 años.
La compañía, una de las pocas del sector en el mundo que no es china, quiere enviar los metales extraídos para su procesamiento a la planta malasia.
Sin embargo, su implantación cerca de Kuantan, una ciudad de 422.000 habitantes, ha encontrado con una fuerte oposición popular, aunque los intentos judiciales de paralizar el proyecto han fallado hasta el momento.
China ostenta el cuasi-monopolio de los metales raros en el mundo. EFE