El estrecho de Ormuz es un angosto corredor marítimo en Oriente Medio. Probablemente sea el paso más importante del mundo para la distribución de petróleo y un lugar clave de las tensiones entre Estados Unidos e Irán. El crudo ha aumentado un 3% como consecuencia del enfrentamiento entre ambos países y ha aumentado el temor ante un posible desabastecimiento si la escalada acaba en un conflicto mayor.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos estima que el 21% del total mundial de petróleo en 2018 pasó por el estrecho de Ormuz. Algunos analistas consideran que Irán podrían interrumpir la navegación por el Golfo Pérsico como forma de represalia. Edward Bell es director de departamento en Emirates NBD y subraya que "si hay alguna interrupción en los flujos de crudo que salen de esa región, eso necesariamente ejercerá mucha presión alcista en los precios".
Arabia Saudí, Iraq, Kuwait, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Qatar envían parte o la totalidad de sus exportaciones a través del Estrecho. Algunos de los productores tienen oleoductos alternativos que evitan ese paso, pero eso no es suficiente. "Hemos visto inversiones de los países de la región en la diversificación de sus vías para llevar el crudo al resto del mundo, así que Arabia Saudí tiene la capacidad de exportar por el Mar Rojo, los Emiratos Árabes también pueden exportar a través de Fuyaira que circunvala el estrecho de Ormuz. Hay algunas oportunidades para estos países de circunvalar, sin ser exactamente el mismo nivel de capacidad que vemos en los puertos del propio Golfo pero hay posibilidad de que puedan llevar el crudo al mercado internacional si hay una interrupción por un período prolongado de tiempo", asegura Bell.
Estados Unidos, en cualquier caso, podría intervenir y responder gracias al reciente auge de la producción de esquisto.