Bruselas, 30 oct (EFE).- Los países miembros de la Unión Europea (UE) han aprobado hoy incrementar en 3.900 millones de euros los fondos del presupuesto comunitario para este ejercicio, a fin de poder pagar las facturas pendientes.
Se trata de una enmienda al presupuesto de la UE para 2013, de 3.900 millones de euros que se suma a los 7.300 millones de euros ya aportados en verano.
También aprobaron otra partida de 400,5 millones de euros del fondo de solidaridad para ayudar a varios países a hacer frente a inundaciones y sequías e incendios.
El Consejo de la UE ha tomado esta decisión por el procedimiento escrito, pero cinco países -Dinamarca, Finlandia, Holanda, Suecia y Reino Unido- votaron en contra de la primera medida, sobre la que los embajadores ya alcanzaron un acuerdo político el 14 de octubre.
Reino Unido también votó en contra de la segunda medida, indicó el Consejo en un comunicado.
Los Veintiocho entienden que con la adopción de las dos enmiendas cumplen con su compromiso "de hacer todo lo necesario para que la UE pueda hacer frente plenamente a sus obligaciones" y "evitar cualquier agujero financiero", en línea con el acuerdo político alcanzado con el Parlamento Europeo (PE) sobre el marco plurianual de 2014-2020.
Para que estos fondos puedan convertirse en disponibles, las dos medidas tienen que recibir la aprobación de la Eurocámara.
Los Veintiocho supeditaron el visto bueno final al aumento del presupuesto de este año a que la Eurocámara respaldase el presupuesto para los próximos siete años.
Pero el Parlamento Europeo no quería dar luz verde a las cuentas plurianuales antes de que se desembolsen los 3.900 millones de euros acordados para evitar que programas como el Erasmus vuelvan a quedarse sin financiación antes de que acabe el año, como ocurrió con el presupuesto de 2012.
Ahora, si las posiciones de las dos partes divergen, se abre un periodo de mediación de tres semanas.
El pasado 21 de octubre, el Consejo ya adoptó su posición sobre otra enmienda, con el voto en contra de Finlandia, sobre la revisión de los recursos propios ante la caída de ingresos procedentes de derechos aduaneros e IVA.
De esta manera, los Estados miembros tienen que aumentar sus aportaciones propias en 2.700 millones de euros. EFE