Uno de los pocos elementos que ha traído la pandemia y que puede ser calificado como positivo para enfrentar esta nueva normalidad tiene que ver con Bitcoin. Y es que, en medio de este caos global, de la crisis del sistema y los gobiernos del mundo, empresas y organizaciones dedicadas a bitcoin están dándose cuenta de la importancia del financiamiento para los desarrolladores, quiénes son piedra angular del advenimiento de este nuevo paradigma económico.
La economía estadounidense reporta cada vez mayores cifras de desempleo y aun cuando la bolsa y los mercados parecieran ignorar esta realidad, la economía se resiente. En Europa, el panorama no es distinto. De hecho, varios países empiezan a reportar cifras alarmantes e históricas sobre la retracción de su economía. Lo mismo en las grandes economías asiáticas. Ni hablar del tercer mundo y los países en vías de desarrollo en general, muchos de los cuales ya venían en franco decaimiento y cuya situación solo se ha agravado con el advenimiento de la crisis y la pandemia.
En este texto hablaremos de este fenómeno de financiamiento, pues se ha convertido en una tendencia que incluye empresas, organizaciones de Derechos Humanos e incluso particulares, que se han volcado a la inversión en quienes mantienen el código de Bitcoin en funcionamiento y revisión o que colaboran en proyectos relacionados como Lightning Network.