Londres, 11 dic (EFE).- El gobernador del Banco Central Europeo
(BCE), Jean-Claude Trichet, criticó hoy en Londres "la cultura de
las primas" a los banqueros y pidió a las entidades financieras que
aprovechen el inicio de la recuperación económica para fortalecer su
capitalización como instrumento preventivo frente a futuras crisis.
Trichet pronunció una conferencia en la City londinense en unas
jornadas organizadas por "The Economist", en la que analizó las
implicaciones de la nueva arquitectura de supervisión
"macroprudencial" del sector financiero en Europa y el futuro papel
de la Junta o Consejo Europeo de Riesgo Sistémico de la UE.
En el corazón del sistema financiero europeo, que genera el 8 por
ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido, el
gobernador del BCE abordó la controvertida cuestión de las primas a
los banqueros, pero no dejó lugar para la duda sobre su opinión.
"La llamada cultura de los bonos es uno de los muchos factores
que pueden llevar al sistema financiero en la dirección equivocada,
desde la intermediación a la especulación y desde la estabilidad a
medio y largo plazo a la orientación a corto plazo", manifestó.
Trichet consideró que esta cultura, que ha propiciado el cobro de
sobresueldos multimillonarios por parte de algunos de los
responsables de la crisis que puso al borde del colapso al sistema
financiero internacional, convierte a la banca "en un sector que se
sirve a si mismo, en vez de ser un sector de servicios".
El máximo responsable de la política monetaria de la eurozona
también instó a los bancos, en el inicio de la recuperación, a un
esfuerzo adicional de capitalización "pese a que los ratios de
capital estén ahora por encima de los niveles pre-crisis".
"Insto a los bancos a aprovechar al máximo la reciente
recuperación de sus márgenes de beneficio para fortalecer su
posición de capital, en vez de distribuir una gran parte de sus
beneficios o de pagar niveles sin garantías de compensaciones o de
bonos a sus empleados", dijo el gobernador.
"Unas cuentas de resultados saneadas -argumentó- ayudarán a los
bancos a cumplir su función esencial en la economía: el crédito".
Sobre los planes de rescate bancario y los paquetes estatales de
estímulo fiscal, Trichet consideró que no ha llegado aún la hora de
retirarlos por completo y abogó por analizar la situación caso por
caso antes de suprimirlos "de una manera ordenada".
"Una de las cuestiones que preocupan al BCE y a otros bancos
centrales es la retirada de la medicina que evita la amenaza de la
adicción o la dependencia. Hemos dejado claro que retiraremos el
apoyo al crédito de manera ordenada y cuando corresponda", señaló.
Cara al futuro, Trichet indicó que la Junta o Consejo Europeo de
Riesgo Sistémico tendrá como tarea principal "realizar un análisis
del riesgo, emitir alertas tempranas y hacer recomendaciones a los
actores del mercado", con el ánimo de ser "una autoridad moral".
El organismo "vigilará y supervisará la estabilidad a medio y
largo plazo del sistema financiero" y no intentará sustituir los
mecanismos de supervisión que funcionan en el ámbito nacional de
cada uno de los Estados miembros, sino "complementarlos".
Trichet hizo una lectura positiva de la crisis en el sentido de
que ha servido para "destacar la importancia de mejorar nuestro
conocimiento de la interconexión en el sistema financiero".
"La crisis nos ha enseñado que los riesgos más grandes pueden
emerger desde dentro del propio sistema financiero. No fue la
economía real la que abocó al sistema financiero a esta situación de
desorganización, sino al revés", afirmó el gobernador del BCE.
Otra lección aprendida es que "las turbulencias pueden surgir de
sacudidas iniciales relativamente modestas" y comparó el aspecto del
sistema anterior con el de "la ladera nevada de una montaña, que
tiene un aspecto prístino y tranquilo, pero que se puede convertir
en una avalancha causada por una pequeña alteración".
El gobernador del BCE también lanzó un mensaje a las entidades
financieras para que participen activamente en el nuevo sistema de
control y supervisión, y aseguró que esta implicación no supondrá
una mayor carga o responsabilidad para los bancos.
"Teniendo en cuenta que la supervisión macroprudencial requiere
de los datos microprudenciales, estos últimos deberían ser
accesibles para los supervisores y la confidencialidad estará
plenamente garantizada. Cualquier petición adicional de información
será una cuestión excepcional", manifestó Trichet.
Concluyó su intervención destacando que los ciudadanos están muy
pendientes de la futura supervisión de los bancos: "hemos contado de
manera muy significativa con su apoyo para salvar el sistema
financiero y no nos perdonarían tener que volver a hacerlo". EFE