Jairo Mejía
Tokio, 8 ene (EFE).- El Toyota Prius fue el coche más vendido de
Japón en 2009 y se convirtió en el primer híbrido que lidera las
ventas de vehículos en un país, lo que abre la puerta a la expansión
mundial de esta tecnología limpia y eficiente.
En tan sólo siete meses en el mercado, la tercera generación del
Toyota Prius ha fraguado lo que en 1997 nació como una costosa
alternativa a la gasolina. Un proyecto que ha necesitado doce años y
el empuje de las ayudas públicas para convertirse en líder del
mercado en Japón.
Toyota vendió en 2009 cerca de 209.000 modelos del Prius, tres
veces más que en 2008, mientras que Honda sumó a esta cifra otros
93.283 Insight, el segundo híbrido más vendido de Japón y el quinto
en el ránking general dado a conocer hoy la Asociación de
Distribuidores de Automóviles nipona.
Estos motores, que combinan un motor de explosión con otro
eléctrico y reducen el consumo y las emisiones, se han impuesto
gracias a los recortes de precios presentados por los fabricantes y
la eliminación de los impuestos que ha favorecido el Gobierno
japonés.
En Japón, la crisis ha servido para que el parque automovilístico
se modernice y para que los consumidores opten por vehículos como el
Prius en detrimento de coches más grandes y pesados, que han perdido
protagonismo este año al no ser elegibles para las ayudas.
El año 2009 ha demostrado que los consumidores optarán por los
vehículos ecológicos si el empuje gubernamental es suficiente, lo
que ha llevado a algunos fabricantes japoneses, como Nissan, a
apostar también por el coche eléctrico.
Tras las exenciones de impuestos y los descuentos iniciados en
abril, las ventas de híbridos se dispararon, mientras que las de
motores convencionales caían a un ritmo de dos cifras.
Un comprador japonés puede ahorrarse hasta 394.500 yenes (casi
3.000 euros) en la compra de un nuevo híbrido, un incentivo que ha
favorecido la aparición de nuevos modelos con esta tecnología como
el Toyota SAI o los que Honda presentará en 2010.
Con todo, en la actualidad uno de cada ocho vehículos nuevos que
circulan por Japón son híbridos, una proporción que no se da en
ningún otro país del mundo, lo que ha contribuido a un tráfico más
silencioso y menos contaminante en las ciudades.
Las emisiones de un vehículo híbrido pueden ser hasta un 55 por
ciento menores a las de un coche convencional, a lo que se une un
consumo que en el caso del Prius es de un litro cada 38 kilómetros.
En ciudades como Tokio, con una gran densidad de tráfico, los
coches híbridos pueden suponer un gran ahorro, ya que a velocidades
inferiores a los 55 kilómetros por hora funcionan en modo eléctrico
y permiten al motor de gasolina desarrollar menor potencia a altas
velocidades.
La hegemonía japonesa en este sector ha hecho que los principales
beneficiados de las ayudas del Gobierno nipón sean los fabricantes
locales, mientras las firmas alemanas o estadounidenses todavía
confían más en la rentabilidad de alternativas como el diesel.
En Estados Unidos, las ventas de híbridos Toyota en 2009 se
dispararon un 20 por ciento, pero en Europa a los consumidores no
les salen las cuentas, en las que entran variables como los
descuentos públicos, el precio de la gasolina y el tipo de
conducción.
Sin embargo, para Toyota la apuesta por el Prius no ha sido un
negocio tan rentable, ya que hasta esta tercera generación el
proyecto iniciado en los 90 ha sido deficitario y para competir en
Japón se ha visto obligado a bajar el precio un 12 por ciento
respecto al modelo anterior.
Así, el Prius aporta mucho menos al resultado operativo del
primer fabricante mundial que los modelos de la gama alta, que
pueden ser hasta diez veces más rentables.
El vicepresidente ejecutivo de Toyota, Takeshi Uchiyamada, dijo
hace unos meses que el 30 por ciento de las ventas de vehículos del
fabricante nipón serán de híbridos en 2020 y que en el futuro esta
tecnología, combinada con otras propulsiones ecológicas, se impondrá
en todos los países desarrollados al igual que ha pasado en Japón.
EFE
jmr/psh/jlm