Por Jonathan Gould
FRÁNCFORT (Reuters) - Las principales aseguradoras de Europa están vendiendo protección a los bancos alemanes que guardan miles de millones de euros en cámaras acorazadas para evitar pagar la penalización por depositar dinero en el Banco Central Europeo, dijeron a Reuters ejecutivos de compañías.
Las sumas son tan grandes que también están montando consorcios para asegurar espacios de almacenamiento de efectivo, en respuesta al creciente deseo de los bancos de escapar el tipo negativo de depósito introducido por el BCE para fomentar que los bancos presten dinero, dijeron los ejecutivos.
Allianz (DE:ALVG), la mayor aseguradora de la región, y Ergo, la segunda aseguradora de Alemania, dijeron a Reuters que están asistiendo a un aumento significativo de consultas sobre seguros de efectivo por parte de los bancos alemanes. La alemana Talanx y la francesa Axa dijeron que ofrecen pólizas similares.
Para grandes cantidades, estos seguros pueden costar la mitad que dejar el dinero en la ventanilla del BCE y los ejecutivos dijeron que bancos y aseguradoras están rubricando acuerdos para cubrir participaciones de entre 2.000 millones y 4.000 millones de euros.
"En los últimos meses, hemos visto un creciente interés de instituciones financieras como bancos sobre límites más altos para la cobertura de efectivo en instalaciones seguras", dijo Philip Beblo de Allianz Global Corporate & Specialty en Munich.
Almacenar dinero en efectivo es especialmente popular en Alemania, donde el ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble y los bancos han criticado al BCE. Los ejecutivos dijeron que no les constaban peticiones similares para asegurar efectivo en otros países europeos y en Suiza, donde el banco central también ha fijado tipos de interés negativos, no se ha observado esta tendencia.
La semana pasada, dos oficiales dijeron a Reuters que Commerzbank (DE:CBKG), el segundo banco alemán, estudiaba poner miles de millones de euros en cámaras acorazadas.
El BCE introdujo la penalización para alentar a los bancos a prestar su dinero y ayudar a estimular la economía en lugar de aparcarlo en el banco central.
Pero ante las sombrías perspectivas económicas, los bancos o bien son reticentes a dar crédito, o las empresas y consumidores son reticentes a tomar prestado. Por si fuera poco, cada vez hay más efectivo en circulación por la impresión de dinero del BCE.
Este efectivo extra ha fluido hacia el corazón de la zona euro y a Alemania, provocando una sobreabundacia de liquidez.
COSTES MÁS BAJOS
En comparación con la común transferencia electrónica de dinero, almacenar y mover miles de millones de euros en billetes presenta un desafío logístico porque mover billetes en grandes cantidades es muy pesado.
2.000 millones de euros en billetes de 200 euros, por ejemplo, pesa el equivalente a unas 11 toneladas.
Además, el dinero en efectivo puede ser robado o sufrir un incendio, dos de los principales riesgos que cubren los seguros.
Sin embargo, la fuerte penalización de los bancos centrales hace que tener el dinero físicamente sea una alternativa más atractiva.
Un tipo de depósito negativo del 0,4 por ciento se traduce en un cargo de 4 euros al año por cada 1.000 euros depositados en la ventanilla del banco central, una opción cara para los bancos alemanes con acceso a grandes sumas de efectivo.
Un segundo ejecutivo del sector seguros que pidió el anonimato dijo que el coste de almacenar y asegurar el efectivo contra incendio o robo podría incluso ser de la mitad de esa cantidad.
Este calculó que el coste de la seguridad y el del seguro contra pérdida representaría entre 0,2 y 0,25 puntos porcentuales menos que la penalización del BCE.
El riesgo de asegurar grandes sumas de efectivo normalmente se distribuye para que no sea una sola aseguradora la que responda por toda la cantidad.
La aseguradora principal que arregla un acuerdo con un banco puede tener entre cuatro y seis co-aseguradoras para cubrir 1.000 millones de euros. Este panel puede ampliarse hasta diez o más para sumas mayores y las aseguradoras generalmente quieren limitar la exposición individual a 300-400 millones de dólares.